Al menos 104 personas murieron -entre ellas
dos parlamentarios y tres agentes de seguridad- en varios ataques de
perpetrados supuestamente por musulmanes armados de la etnia fulani que
empezaron este fin de semana en el estado de Plateau, en el centro de
Nigeria, informa hoy el diario privado local Nation.
La
fuente aseguró que el número de víctimas mortales, que en principio se
situaba en la treintena, se incrementó después de que fueran
descubiertos más de 50 cuerpos, en su mayoría de mujeres y niños, en la
Iglesia de Cristo de Nigeria (COCIN, sus siglas en inglés), a donde
huyeron para buscar refugio del ataque.
«Los asaltantes, unos
100 hombres que estaban fuertemente armados con distintos rifles de
asalto y vestidos con trajes de camuflaje y chalecos antibalas, mataron
a numerosos locales y quemaron varias casas», indicó un comunicado de
las Fuerzas de Intervención Especiales (STF, sus siglas en inglés).
«Efectivos
de las STF se trasladaron al lugar para tratar de controlar la
situación, pero se inició un fuego cruzado con los hombres armados que
duró varias horas», agrega el texto, en el que se admitía que se había
subestimado la importancia del ataque.
«En el enfrentamiento,
los asaltantes mataron a dos de nuestros efectivos, pero nosotros
acabamos con 21 de ellos. Arrestamos a otro y confiscamos armas y
munición», concreta la misiva.
Los asaltantes invadieron las
localidades de Berom, Kakuruk, Kuzen, Ngyo, Kogoduk, Ruk, Dogo, Kufang,
Kpapkpiduk y Kai el sábado, aunque los enfrentamientos se
intensificaron ayer, con otro ataque durante el funeral de las personas
que habían muerto el día anterior.
En ese último incidente, de
nuevo musulmanes de la etnia fulani comenzaron a disparar contra
aquellos que se concentraban para celebrar el funeral y mataron a dos
legisladores nigerianos, al senador para Plateau Norte, Gyang Daylop
Dantong, y a un miembro del parlamento estatal de Plateau, y Gyang
Filani.
Tras los incidentes, el presidente de Nigeria, Goodluck
Jonathan, dio órdenes de que las agencias de seguridad se aseguren de
que los asesinos de Dantong y de Filani sean capturados y llevados ante
la justicia.
Por su parte, en un comunicado, el portavoz de la Presidencia Reuben Abati describió la matanza como «cruel y lamentable».
Mientras,
se teme que se produzcan actos de represalia en las comunidades
afectadas, por lo que el gobierno estatal impuso un toque de queda
nocturno poco después de los ataques en cuatro regiones: Jos Norte, Jos
Sur, Barkin Ladi y Riyomouth, Barkin Ladi and Riyom.
Este es el
último de una serie de ataques y consecuentes actos de represalia que
se producen entre distintas etnias de la región, en su mayoría pastores
musulmanes fulani y cristianos indígenas de la zona que se enfrentan
por los escasos recursos naturales.