En la Base Militar de Fort Bragg, celebran con un singular ritual la promoción de sus reclutas.
A Phillip Roach, un joven piloto de 22 años, su graduación casi le cuesta la vida. Al participar en la conocida «novatada del mazo de madera’, es decir, golpear en el pecho de quiienes terminan su formación de manera satisfactoria.
En un vídeo filtrado por compañeros de Roach a la cadena de televisión WWMT-TV se aprecia cómo su superior, el sargento primero Carpenter, toma con fuerza un mazo, se impulsa y lo proyecta sobre el pecho del soldado. El joven resiste el golpe con evidente cara de dolor, saluda a su jefe, inclusive intenta sonreir, y, acto seguido, se desploma.
Roach se golpeó en la cabeza en la caída y sufrió convulsiones. En urgencias recibiría tratamiento y varios puntos de sutura. Aún hoy, a cinco meses del suceso, el recién graduado piloto se encuentra de baja médica.
Toque de muerte
Los doctores que le atendieron aseguran que la violencia del impacto hizo que sufriera una grave patología denominada ‘commotio cordis’, conocida en el lenguaje popular como “toque de la muerte”, y que se produce cuando un golpe seco en el centro del tórax provoca una arritmia potencialmente letal.
El “toque de la muerte” puede provocar el fallecimiento de manera súbita en un periodo que apenas llega a 20 segundos. De hecho, en el 65% de los casos conlleva la muerte de la persona que recibe el golpe.
El hecho fue investigado por las autoridades de Fort Bragg, que decidieron sancionar al sargento primero Carpenter con una multa de mil dólares, por violar el artículo 15 del código militar estadunidense.
Además, el mando fue trasladado a otra base y se le prohibió dirigir grupos de reclutas. Sin embargo, este castigo no es suficiente para Ken Roach, padre de Phillip, que inició una cruzada para denunciar casos como el de su hijo ante los políticos de Washington.
El pasado viernes, el senador Carl Levin, presidente del Comité de Servicios Armados, anunció una investigación profunda sobre los rituales militares. Levin recordó que el caso de Phillip Roach no es único y que sólo unas semanas antes de este incidente dos jóvenes reclutas se suicidaron en la misma base, muertes que se ligaron inicialmente a novatadas practicadas por superiores.


