Los roedores que infestan dos de las islas serán erradicados en las próximas semanas mediante el uso de un veneno especialmente diseñado. La idea de las autoridades es matarlos sin afectar las poblaciones de tortugas gigantes, iguanas y gavilanes, animales endémicos de esa zona.
Expertos del Parque Nacional Galápagos (PNG) iniciaron esta semana la segunda etapa de una gran ofensiva de desratización rociando con ese veneno las islas Pinzón y Plaza Sur. El trabajo es parte de un proyecto que busca erradicar para el 2020 los roedores de Galápagos, territorio insular ecuatoriano integrado por 19 islas, 42 islotes e infinidad de rocas en medio del océano Pacífico, a 1.000 kilómetros del continente.
Se calcula que hay un promedio de entre 9 y 11 roedores por metro cuadrado en las Galápagos, según el director de Conservación del PNG, Danny Rueda.
Esta enorme población de roedores amenaza seriamente a especies como tortugas gigantes, el gavilán de Pinzón, iguanas, lagartijas y caracoles, propias del archipiélago.
El técnico de Nature Conservancy, Juan Carlos González, expresó que las ratas son “uno de los peores problemas que tiene Galápagos. Se reproducen cada tres meses, comen todo, incluidos los huevos de las tortugas gigantes, de tortugas marinas, de aves, y compiten además por el alimento y el hábitat de otras especies endémicas”.
Manifestó que ”esta es una guerra muy cara, pero totalmente necesaria y tiene dos posibilidades: eliminación total, que se puede hacer en islas que no están habitadas por seres humanos, y control en las islas grandes como Isabela y Santa Cruz, por la velocidad a la que se reproducen, por lo inteligentes que son y por las estrategias que tienen para sobrevivir, como probar un veneno y comunicar al resto de que eso es veneno, por lo que cambian sus hábitos alimenticios”.
Esta es la segunda vez que se pone en marcha un programa de desrratización en Galápagos. En enero de 2011 se inició en la isla Rábida, de 499 hectáreas, y casi una decena de islotes, todos sin presencia humana. Posteriormente se verificó que quedaron libres de roedores.
Para evitar inconvenientes con el turismo, el PNG decidió cerrar temporalmente el sitio de visita de Plaza Sur por un mes a partir del 17 de noviembre. En Pinzón no hay sitios turísticos.
El programa busca acabar con tres tipos de roedores: la rata negra, la rata noruega y el ratón casero, que literalmente infestan Pinzón, con 1.812 hectáreas, y Plaza Sur, con 9,6 hectáreas. Los expertos estiman que en Pinzón hay unas 181,2 millones de ratas, mientras que en Plaza Sur existe cerca de un millón.
Los roedores llegaron a las Galápagos, mundialmente conocidas por sus tortugas gigantes, en barcos balleneros y piratas hace cientos de años y se desarrollaron libremente hasta alcanzar los niveles actuales.
El veneno previsto para la desratización, que tiene características y diseño especiales para reducir al mínimo la afectación a otras especies, ha sido diseñado por los laboratorios Bell de EU. El raticida se presenta como un cubo turquesa de un centímetro por lado y se degrada en pocos días. Ese color no tiene atractivo para las tortugas y otras especies.
Sevilla manifestó que para Pinzón está previsto utilizar 21,6 toneladas, la mitad de ellas serán dispersadas desde un helicóptero desde el jueves, y el resto a finales de noviembre. En Plaza Sur se esparcirán 300 kilos, en dos tandas desde la tarde del miércoles a finales de mes.
Consultado si la cantidad de ratas muertas, expuestas al ambiente, puede convertirse en un problema, Rueda manifestó que “la particularidad de este veneno es que cuenta con un poderoso anticoagulante. Eso causa que las ratas se sequen y luego se desintegren sin putrefacción en no más de ocho días, a lo que contribuyen las condiciones de las islas, una temperatura promedio de 24 grados’”.
Y dijo que si queda cebo sin consumir, se desintegrará en una semana con lo cual no podrá ser consumido por otras especies.
Millones de ratas amenazan vida en Galápagos
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