representa la tercera ocasión en que la ciudad de San Diego recibe un Juego de Estrellas. Este Clásico de Media Temporada, que se jugará el martes, será la primera celebrada en el Petco Park, estadio inaugurado en el 2004.
Esta zona del sur de California se destaca por su excelente clima durante todo el año y, entre otras cosas, por su cercanía a Tijuana, ciudad fronteriza de México. Una de las magnas figuras latinoamericanas del béisbol de esta época, Adrián González, nació en San Diego y se crio en Tijuana, antes de alcanzar el estrellato en las Grandes Ligas hace algunos años vistiendo precisamente el uniforme de los Padres.
Y por supuesto, Tony Gwynn, fallecido hace dos años, es la expresión máxima del béisbol aquí, ya que brilló en la Universidad Estatal de San Diego como beisbolista y jugó toda su carrera con los Padres hasta llegar al Salón de la Fama, para luego ser manager del mismo equipo de los Aztecas de la San Diego State.
Los primeros dos Juegos de Estrellas con sede en San Diego se efectuaron en 1978 y 1992, en un estadio que llegó a tener tres nombres: San Diego Stadium, Jack Murphy Stadium y finalmente Qualcomm Stadium. Dicha instalación sigue siendo el hogar de los Chargers de San Diego del fútbol americano (quién sabe por cuánto tiempo más), pero dejó de ser sede de los Padres después del 2003.
En aquella edición de 1978, conquistada por la Liga Nacional con marcador de 7-3, se destacó el panameño Rod Carew con dos triples (un récord). El venezolano David Concepción anotó una de las vueltas del Viejo Circuito, luego de recibir una base por bolas en su única visita al plato. El Jugador Más Valioso fue Steve Garvey, quien se fue de 3-2 con un triple, dos empujadas y dos anotadas.
En 1992, hubo mucho fuego. Los bateadores de la Liga Americana castigaron los envíos del futuro Salón de la Fama Tom Glavine, anotándole cinco carreras producto de nueve imparables en apenas 1.2 inning. Entre los latinoamericanos que se hicieron sentir con el madero estuvieron los boricuas Rubén Sierra (El Indio), Roberto Alomar (Salón de la Fama) y Carlos Baerga.
Pero al fin y al cabo, el Jugador Más Valioso de la victoria por 13-6 de la Americana fue Ken Griffey Jr., quien se fue de 3-3 con un jonrón (frente al inmortal de Cooperstown Greg Maddux), dos anotadas y dos empujadas.
Es apropiado recordar aquel Juego de Estrellas de 1992, ya que en dos semanas Griffey Jr. será exaltado al Salón de la Fama para unirse en Cooperstown a otros participantes en dicho partido: Gwynn, Glavine, Alomar, Maddux, Wade Boggs, Ozzie Smith, John Smoltz, Ryne Sandberg y Craig Biggio.