CIUDAD DE MÉXICO.
Los rarámuris son la etnia más representativa del estado
de Chihuahua. Cada vez se abren más paso en su entidad, ya no solo en aspectos
deportivos, también en la vida académica, culturales y laborales del territorio
más grande del país.
Bertha Alicia Carrillo Castro habló con HuffPost México,
gracias al apoyo de la representación del estado de Chihuahua en Ciudad de
México, acerca de su logro académico y su visión para atender a las comunidades
del suroeste del estado de Chihuahua.
“Estoy muy contenta por haber logrado terminar mi
maestría y poder ayudar a que las comunidades de la sierra tengan mejor
atención médica”.
La maestra Carrillo Castro, es originaria de San Isidrio,
municipio de Urique, en plena Sierra Tarahumara. Ella al terminar la
preparatoria se fue a Chihuahua Capital a estudiar, ahí radicó 5 años para
obtener su licenciatura en Enfermería.
“A mí me motivó estudiar esto, porqué me parecía muy
curioso como la medicina que tenemos nosotros era diferente a la que tenían los
sistemas de salud”.
Cerocahui está ubicado a 403 kilómetros de Chihuahua
Capital, más de 7 horas de viaje por carretera y 12 horas en tren.
Al egresar de la licenciatura, Bertha fue a trabajar a la
clínica de primer nivel donde hizo su servicio social en Cerocahui, localidad
próxima a donde está su domicilio.
La Facultad de Enfermería y Nutriología de la Universidad
Autónoma de Chihuahua fue su alma mater, ahí prosiguió su preparación para
lograr su maestría, donde se convirtió en la primera rarámuri en lograr este
grado en la carrera de Enfermería.
Recibió Mención Honorífica por su trabajo de tesis:
«Cuidado humano de enfermería transcultural mediante su negociación y
complementariedad en personas rarámuri». Su trabajo consistió en vencer
las limitaciones de comunicación que existen entre los pueblos originarios al
ser atendidos en las instituciones de salud.
“Los rarámuris tienen desconfianza de los métodos
medicinales que aplican los chabochis (mestizos), porque ellos tienen sus
propios remedios; mi tesis consistió en buscar como «negociar» entre los
médicos o enfermeros mestizos con los rarámuris, siempre respetando al
paciente”.
Chihuahua tiene más de 85 mil hablantes del idioma
rarámuri.
Bertha explica que los pacientes rarámuris no tienen como
primera lengua el español, por lo que expresar sus molestias puede ser
complicado para lograr entender los malestares y las posibles soluciones.
“Ellos recurren a sobadores y remedios, no todos acuden
con los médicos a las clínicas y llegan cuando el problema ya se ha complicado
mucho, por lo que he visto, es importante que haya un intérprete y que se
conozca la forma en que los pacientes rarámuris se manejan”.
La maestra en Enfermería recuerda que estuvo también en
Retosachi, una comunidad durante su servicio social, hizo trabajo de campo y
acompañamiento con las personas locales que únicamente hablaban el rarámuri.
“La gente se siente en confianza hablando en su idioma,
les hacía visitas domiciliarias de seguimiento, ellos se sentían entendidos y
yo como rarámuri podía interpretar algunas de sus reacciones a las peticiones
de la medicina moderna, para ellos es diferente”.
La profesional de la salud buscará apoyo en el área de
Salud del estado de Chihuahua para implementar su modelo en la región serrana,
en el cual implica que haya dos elementos de enfermería uno rarámuri y uno
mestizo.
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