El conjunto del PSV soportó los embates del Atlético de Madrid, tras la expulsión de Gastón Pereiro en el segundo lapso para empatar 0-0, donde el mexicano Andrés Guardado regresó al cuadro titular, disputó 74 minutos, salió de cambio y el “Cielito lindo” estremeció la casa del cuadro holandés.
Guardado saltó como capitán luego de rescuperarse de una lesión en el muslo izquierdo y tras la inferioridad numérica al 68’, el técnico Phillip Cocu decidió darle descanso al mexicano. Los aficionados respondieron y aplaudieron al número 18 en los dorsales. En ese momento los seguidores corearon la tradicional canción.
Por su parte, Héctor Moreno fue titular y disputó todo el partido.
El cuadro colchonero tuvo tres oportunidades, dos clarísimas y producidas desde el futbol directo. Cuando manejó más la posesión, cuando trazó pases horizontales sin hallar una vía entre la defensa contraria, más allá de alguna pared por la banda con centro intranscendente, se atascó en el repliegue que le propuso el PSV en su zona defensiva.
Al contrario, cuando conectó un par de pases en largo, se plantó ante Jeroen Zoet, ambas por el medio, ambas entre Jeffrey Bruma y Héctor Moreno, los dos centrales locales. La primera fue en el minuto 3. La picó el argentino Luciano Vietto, de vuelta al once, y la sacó Bruma en su camino lento hacia la portería holandesa.
La segunda, a los 18, esta vez procedente de aún más atrás, desde un pelotazo del montenegrino Stefan Savic que encontró a Koke también por el centro. El español fue demasiado inocente en su remate; una vaselina que atrapó bien situado el guardameta, vital para repeler la tercera opción del Atlético.
Ésta llegó desde la segunda jugada tras un balón aéreo, desde las botas de Koke, que recogió el rechace y que descubrió a la primera el desmarque de Antoine Griezmann. El francés, todo un seguro hace unas semanas cuando se plantaba ante cualquier guardameta, también la picó ante Zoet, que desactivó la ocasión con la mano izquierda.
En un partido con ratos de dominio del Atlético, mejor cuando fue capaz de presionar en campo contrario, pero también de descontrol y sufrimiento en ciertos instantes, cuando el PSV le dio más rapidez a sus transiciones ofensivas, sólo sintió un sobresalto real en todo el primer tiempo: un tiro de Davy Propper despejado por Jan Oblak.