Hubo momentos de incertidumbre e impotencia. De saber que no podría seguir como boxeador profesional. Una fractura en el hueso orbital del ojo derecho, provocado por el combate sostenido contra el filipino Manny Pacquiao, tuvo a Antonio Margarito a nada de tener que colgar los guantes. Ahora, tiene un segundo renacer como profesional. La ilusión de volver a subir a un cuadrilátero.
«Al principio fueron momentos complicados. Fue difícil la situación por la que viví porque sufrí una lesión fuerte, pero gracias a Bob Arum [su promotor] quedé en las mejores manos para estar de regreso en el ring», remembra Margarito, en una entrevista exclusiva con EL UNIVERSAL.
De aquel combate contra el temible filipino ha pasado un año. La primera valoración para el tijuanense era que no podría volver a pelear profesionalmente. No obstante, Antonio aceptó ir con doctores recomendados por Arum. Estos le recobraron la esperanza de volverse a enfundar los guantes. Después de 13 meses, subirá a un enlanado. Con Miguel Angel Cotto, desde el mítico Madison Square Garden de Nueva York.
«Pensé que no volvería al ring, pero, estoy agradecido de estar aquí. Siempre recibí mucho apoyo de mi familia, mis amigos. La verdad es que estoy seguro que no tendremos ningún problema. Nos veremos mucho mejor que en la primera pelea», sostiene el Tornado de Tijuana.
Antonio luce diferente. Cabello más alargado, barba más puntiaguda, actitud más entregada. Sus ojos se ocultan tras unos anteojos oscuros. El enfrentar al actual monarca superligero de la Asociación Mundial de Boxeo sabe que le permite volver al boxeo de jerarquía. Un triunfo, lo volvería a poner todos los reflectores encima. Callaría bocas sobres suspicacias de trampa y dudas sobres su estado de salud.
«Tiene mucho valor para mí el volver a realizar lo que más me gusta. Es un reto personal demostrarme que todavía estoy al nivel de los mejores. Siempre soñé con ser campeón superwelter», confiesa el pugilista de 33 años.
Margarito lleva lo que va de la semana contestando a la misma pregunta sobre el estado de su ojo. «Estoy al cien por ciento», reclama. Su principal argumento es el haber pasado ya varias pruebas médicas y que, de estar en mal estado, ni siquiera estaría a instantes de pelear contra el puertorriqueño Cotto. De nueva cuenta, sabe que llega con pronósticos en contra.
«En la primera pelea tampoco era favorito y lo destrocé. Lo voy a volver a hacer en esta ocasión. Cotto nunca me va a ganar, pega como niña. Ni aunque él me ponga las vendas me gana. Quiero agregar que esto se lo dedico a México, a Tijuana y espero que puedan ver mi pelea que se transmitirá en México por el canal 7», lanza.
Se acaricia las manos, en unas ansias por querer escuchar la primera campanada. Advierte que pelear en superwelter le beneficia al tener un golpeo más potente. El próximo sábado 3 de diciembre saldrá a demostrar que hay Margarito para rato.
Margarito quiere volver a triunfar
