Los tiempos de coronavirus que vivimos nos familiarizaron con el trabajo en casa y las reuniones virtuales, por lo que en pocos minutos olvidamos que el Draft de la NFL se celebró de forma remota.
La primera ronda de este acontecimiento fue una invitación que cualquier aficionado a los deportes difícilmente pudo rechazar anoche, ya que a pesar de que la actividad fue un trabajo de oficina nada puede suplir el factor sorpresa.
Aunque a decir verdad, fueron pocas las decisiones inesperadas por parte de los equipos, que en esta primera ronda se apegaron a la narrativa para seleccionar las posiciones de mayor necesidad con los nombres que aparecían en la mayoría de los guiones.
Los Bengalíes con el primer pick no dejaron escapar al quarterback de LSU, Joe Burrow, quien llega a la NFL con el título de campeón nacional universitario y el trofeo Heisman.
Burrow mantendrá las rayas del tigre, pero ahora con los colores de Cincinnati, donde esperan que se convierta en el rostro de la organización y que los catapulte al Super Bowl tan anhelado.
Es franquicia
Meses de especulación llegaron a su fin anoche, cuando los Bengalíes reclutaron a la exestrella de LSU, Joe Burrow, con la primera selección global del draft de este año.
Con el evento de este año celebrado virtualmente desde varias ubicaciones por la pandemia por el coronavirus, Burrow se puso la gorra de Cincinnati en su casa en Athens County, Ohio, donde miró el reclutamiento junto con su familia.
Cincinnati terminó con marca de 2-14 la temporada 2019, lo que les dio el derecho de elegir primero en el draft, posición que los Bengalíes no habían tenido desde 2003, cuando reclutaron a Carson Palmer (USC) con la primera selección global.