Los gatos detectan a fantasmas

 Existen evidencias en que los animales, ya sea perros o gatos, logran percibir cosas sobrenaturales que los humanos no detectan.

Hace poco, un ama de casa de la colonia Jardín Español, alarmada, solicitó nuestro apoyo, pues dos de sus gatos denotaban una actividad fuera de lo común, además de que en la casa se manifestaban ciertos fenómenos paranormales.

Olga nos confesó que en varias ocasiones ha sentido que alguien se sienta al borde de su cama.

Sus dos gatos: un siamés llamado “Yago” y un gato manchado llamado “May lo”, cuando están con ella en la recámara, se crispan y empiezan a bufar como si vieran a un enemigo al borde de la cama.

Ambos gatos la acompañan a todas partes e incluso duermen a un lado de su cabecera; sin embargo, a últimas fechas que ella ha estado sintiendo presencias, estos animales se han comportado de forma muy extraña y errática.

Le pedimos que nos llamara en los momentos en el que los animales estuvieran presentando actitudes diferentes, para poder así grabarlos y hacer una valoración de los mismos. Tuvimos suerte y a los pocos minutos el ama de casa nos reportó que sus gatitos se comportaban de forma extraña.

Nos explicó que cerca de la una de la mañana los animales se inquietaron mucho y estuvieron recorriendo la casa de un lado a otro, bufando y gruñendo como si estuvieran peleando con algo que ella no veía. Cuando llegamos a la vivienda, el comportamiento de los gatos era de cautela, ariscos, como si hubiesen vivido una desagradable experiencia.

Utilizamos las cámaras para grabarlos y sus movimientos eran como si realmente persiguieran algo por toda la casa. La única manera de que ellos se quedaron quietos fue que Olga se recostara en la cama y de inmediato ambos mininos se echaron a su lado. Nos llamó poderosamente la atención que uno se colocaba en la cabecera de la cama y el otro custodiaba el lado opuesto.

Ambos dirigían sus vistas a todo el derredor de la habitación, como buscando algo, así que de inmediato instalamos nuestro equipo para detectar las presencias. Casi al momento detectamos una fuerte energía casi equiparable a un ectoplasma , es decir, un ente estaba presente en la habitación, de ahí la conducta de los felinos.

Coincidimos en que los gatos se han convertido en una especie de detectores de presencias y que lo que Olga sintió en su cama era real, ya que nuestros aparatos indicaban que había una presencia deambulando por la casa. Pudimos comprobar también que el sexto sentido en los animales sí existe.

No cabe duda de que los felinos tienen un campo de visión mucho mayor que cualquier otro animal y pueden percibir o ver cosas, que incluso, una cámara o un lente especial no capta. Realizamos una especie de limpia de la habitación y posteriormente el resto de la casa, e increíblemente la actitud de los felinos cambió cuando terminamos de realizar nuestro trabajo.

Hasta el momento, Olga no ha vuelto a pasar por tan terribles experiencias, y sus gatos se han comportado como cualquier mascota común.