Los niños que conviven con perros tienen menos posibilidades de
presentar ciertos tipos de infecciones en los oídos o problemas
respiratorios que aquellos que no tienen mascotas, según un estudio
divulgado este lunes.
El estudio, presentado en la publicación estadunidense Pediatrics, no
especifica las razones de este resultado, pero sugiere que estar
rodeado de un perro que pasa parte de su día al aire libre fortalecería
el sistema inmunológico del niño en su primer año de vida.
Los gatos también ofrecerían este tipo de protección para los bebés, aunque el efecto sería menor que con los perros.
La investigación fue realizada sobre 397 niños en Finlandia,
donde los padres llevaron semanalmente durante un año a analizar el
estado de salud de sus pequeños de entre nueve y 52 semanas de edad.
Así, el estudio concluyó que los bebés que conviven con gatos o
perros tienen un 30% menos de posibilidades de presentar síntomas de
infecciones respiratorias -que incluyen tos, rinitis y fiebre-, mientras
que alrededor de la mitad probablemente no sufrirá infecciones de oído.
«Si los niños tienen contacto con perros o gatos en casa,
serán significativamente más saludables durante el periodo de estudio»,
señala la investigación realizada por expertos del Hospital
universitario Kuopio en Finlandia.
La diferencia más notoria fue observada entre los niños que tienen a
un perro dentro de casa por unas seis horas al día contra aquellos que
no tienen mascotas o que las colocan siempre afuera.
«Brindamos una evidencia preliminar de que tener un perro puede ser
beneficioso contra infecciones en el tracto respiratorio durante su
primer año de vida», destaca el estudio.
«Estimamos que el contacto con animales ayudaría a madurar el
sistema inmunológico, llevando a una respuesta inmunológica más
tranquila y a una breve duración de las infecciones», destaca.
El resultado fue significativo, incluso luego de que los
investigadores descartaran otros factores influyentes, como no haber
sido amamantados, asistir a la guardería, haber sido criados por
fumadores o padres con asma, o convivir con otros niños.
Además de tener menos infecciones en los oídos e infecciones
respiratorias, los bebés que viven con perros tienden a emplear menos
tratamientos con antibióticos en comparación con aquellos que viven en
hogares sin mascotas, destacó.
Investigaciones anteriores han demostrado resultados diversos, como
aquellos estudios que señalan que tener mascotas no aporta ningún
beneficio a los niños u otros en los que el contacto con animales
ofrecería protección contra resfríos y dolencias estomacales.
Pero los autores del estudio en Finlandia destacan que su análisis se
diferencia por haberse enfocado exclusivamente en el primer año de vida
y no incluye la presencia de otros niños.