El estado de salud de Hosni Mubarak empeoró mucho, según una fuente penitenciaria que afirma que sufrió paros cardíacos y desmayos.
«Él dice: ‘me quieren matar. Sálveme, señor Farid, encuentre una solución'», afirmó su principal abogado, Farid el Dib, quien lo defendió durante el juicio por la represión de la revuelta contra su régimen a comienzo de 2011, que dejó unos 850 muertos.