Una orca en cautiverio murió ayer sorpresivamente en el
parque de diversiones SeaWorld de Orlando, Florida, en Estados Unidos.
Kayla, considerada la segunda orca más longeva que ha
nacido bajo el cuidado del hombre, falleció este lunes a los 30 años de edad,
anunció hoy el parque en un comunicado.
SeaWorld explicó que la salud de Kayla se deterioró
repentinamente el pasado fin de semana y que no logró sobrevivir.
«Pese al cuidado de los especialistas y veterinarios que
la atendieron a Kayla puntualmente, ella no logró sobrevivir”, notificó el
parque.
Agregó que se pondrá atención especial a las cinco orcas
que aún viven en el recinto, ya que podrían resultar afectadas por la pérdida
de Kayla.
Por el momento se ignoran las causas del deceso del
animal, pero SeaWorld dijo que espera los resultados de la autopsia, los cuales
tardarán varias semanas.
Tras la muerte de Kayla, la organización a favor del
trato ético a los animales (PETA) acusó al parque de haberla maltratado durante
todos estos años.
PETA denunció que Kayla fue obligada a vivir en jaulas y
recintos pequeños, a aprender trucos, a nadar en aguas con químicos dañinos y
hasta de haber sido forzada a reproducirse bajo tratamientos de inseminación
artificial que finalmente resultaron fallidos.
PETA y sus activistas locales dedicarán dos memoriales
esta semana, porque, aunque reconocemos que es demasiado tarde para ayudarla,
todavía hay tiempo para llamar la atención sobre las otras orcas prisioneras en
SeaWorld, las cuales deben ser liberadas en santuarios tan pronto como sea
posible”, agregó la organización.
De acuerdo con expertos, el promedio de vida de una orca
es de 50 años.
Un total de 20 orcas permanecen en cautiverio en los tres
parques que tiene SeaWorld en Estados Unidos (Orlando, San Diego y San Antonio)
y no hay planes de alguna posible liberación.
En 2016, SeaWorld anunció el fin de su programa de cría
de orcas y dijo que la llegada de posibles nuevos ejemplares se limitaría a
aquellas que fueran rescatadas en estado salvaje y que no tuvieran la
oportunidad de ser devueltas al océano.
