Malala Yousufzai, la niña paquistaní que recibió un disparo en la cabeza por el Talibán, muestra signos de mejoría, aunque los médicos que la atienden consideran que sus posibilidades de sobrevivir son limitadas.
Pese a las favorables expectativas sobre la salud de Malala reportadas por las autoridades paquistaníes, fuentes del hospital de Rawalpindi, dónde está internada, revelaron que la menor tiene pocas posibilidades de recuperarse ya que sigue en riesgo de muerte.
La fuente dijo en calidad de anonimato a la cadena Al Yazira que las últimas 12 horas fueron críticas para Malala, ya que su cara y cabeza se hincharon mucho, “las posibilidades de que sobreviva son muy limitadas”.
“Los médicos han revisado la condición de Malala y están satisfechos. Ella avanza a ritmo lento y constante, en consonancia con las expectativas. La recuperación de este tipo de lesiones es siempre lenta”, indicó por su parte el portavoz militar Asim Saleem Bajwa.
En declaraciones a la prensa, el militar explicó que la menor de 14 años, que fue atacada por defender los derechos de las mujeres, será sometida en las próximas horas a un examen detallado para definir su estado de salud, según un reporte de la cadena paquistaní Dawn.
El grupo Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP), Talibán paquistaníes, se responsabilizó del ataque a Malala, por considerarla una joven profana y antitalibán, al luchar por los derechos y educación de las mujeres, ya que sólo es, según el grupo, privilegio de los hombres.
Saleem dijo que la menor evoluciona “positivamente”, ya que su brazos y piernas han comenzado a registrar movimientos, llevando a los médicos a reducir de manera significativa los sedantes que se le administran.
Niña activista mejora, pero sigue en riesgo de muerte
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