Recientemente se dio a conocer que un maestro fue
suspendido en Sudáfrica tras la publicación de una fotografía tachada de
racista.
En la instantánea -que a simple vista parece común y
corriente- se puede observar a los alumnos separados por su color de piel en su
primer día de clase.
La medida fue anunciada por Sello Lehare, representante
provincial del Ministerio de Ciencia y Educación, a través de una rueda de
prensa.
El revuelo surgió cuando la imagen -que muestra a 18
niños blancos sentados en una mesa al centro y a 4 pequeños negros relegados en
la esquina- fue enviada por el profesor al grupo de WhatsApp de los padres de
familia.
La escuela involucrada, llamada Laerskool
Schweizer-Reneke, aseguró que la separación se realizó en función de los
idiomas que manejaban los niños, pero ni los representantes de los menores ni
las autoridades educativas aceptaron esa explicación.
Políticos y activistas han condenado este hecho.
«Nos oponemos firmemente a la segregación de niños
por cualquier motivo. Como país, debemos comprometernos con los ideales de
Nelson Mandela, de reconciliación y de rechazo del racismo», manifestó Joe
McGluwa, líder del partido político Alianza Democrática.
