HERMOSILLO, SONORA, 21 DE FEBRERO DEL 2013.- Cerca de mil deportistas abarrotaron el Gimnasio del Estado para declarar formalmente inaugurada la Olimpiada Regional 2013 en Sonora.
Vicente Sagrestano Alcaraz, director de la Comisión del Deporte del Estado de Sonora se encargó de inaugurar el magno evento, ante jóvenes de Baja California, Sinaloa, Baja California Sur y Sonora.
Sagrestano Alcaraz invitó a todos los participantes antes que nada a divertirse y a luchar con pasión, además de desearles toda la suerte en su competencia.
Este viernes arrancarán las acciones en Hermosillo con el box en el Centro de Usos Múltiples (CUM), softbol en el Fernando M. Ortiz y Mundialistas Hermosillenses, handball en el Gimnasio Ana Gabriela Guevara y luchas en el Gimnasio de la Unison.
Después de que el pasado fin de semana la primera etapa tuvo lugar en tierras sinaloenses con el atletismo en Mazatlán, el turno es para las disciplinas mencionadas anteriormente.
La Fuerza Sonora presentará a 317 deportistas, mientras que Sinaloa vendrá con 263, Baja California Sur aportará 104 (sólo luchas y boxeo) y Baja California tendrá a 107 (únicamente luchadores). Además habrá una delegación de 59 personas entre entrenadores, jueces y delegados, totalizando 950 participantes de las cuatro entidades.
Las actividades en los cuatro deportes empezarán este viernes con el pesaje del pugilismo en punto de las 7:00 de la mañana hasta las 9:00; a la 1:00 en punto sonará la campana con los combates para concluir a las 7:00 de la tarde, teniendo la misma dinámica el sábado. En el caso del handball y luchas asociadas, sus primeras acciones serán el viernes al igual que el pleybol en el softbol.
El director de la Comisión del Deporte del Estado de Sonora, Vicente Sagrestano Alcaraz, informó que el Hospital General y el DIF atenderán a deportistas de todas las edades en caso de ser necesario dentro de las acciones de la Olimpiada Regional, teniendo ambulancias y personal médico de la Codeson en cada instalación.
El mundialista de luchas asociadas Alí Soto se encargó de encender el pebetero, en lo que fue una ceremonia rápida y sencilla, bastante agradable y justa en los tiempos.
