A minutos de iniciarse en el Senado la discusión de la reforma laboral, y en medio de protestas y sentones de diversos grupos antagónicos a la iniciativa presidencial, el Banco de México urgió a aprobar la minuta correspondiente bajo estas premisas: con esta reforma habrá mayor bienestar a la población, crecimiento económico e inflación baja, lo que conduciría a menores precios y un alza en la competitividad nacional.
Estos cambios favorecerán “el mantenimiento de un ambiente de inflación baja y estable, ya que la mayor competencia de mercado conduciría a menores precios y los aumentos en productividad permitirían satisfacer tasas de crecimiento más altas de la demanda agregada sin generar presiones sobre los precios”, adelanta el Banco Central.
En un extenso informe sobre el comportamiento de la Política Monetaria en este ejercicio, fechado el 27 de septiembre pasado y publicado este martes en la Gaceta del Senado, el Banxico califica como “indispensable” para la nación promover estas reformas que “incrementen el capital humano, eleven la productividad de los trabajadores así como la calidad del empleo.
A juicio de la Junta de Gobierno del Instituto Emisor, resulta imprescindible para el país “propiciar un mercado laboral más flexible” que movilice el factor trabajo “a sus usos más productivos” y al mismo tiempo que “facilite la adaptación de empresas y trabajadores a nuevos ciclos productivos”, impulsando así nuevas y mejores plazas en el sector formal.
Detalla el Banco de México que a nuestra economía se le necesita mejorar “el marco institucional” a efecto de brindar “mayor seguridad y certidumbre jurídica” en beneficio de todos los agentes económicos, pero además, esto serviría para abatir los costos de transacción “y estimular una mayor inversión productiva”.


