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Germán Martínez renuncia a la dirección general del IMSS

CIUDAD DE MÉXICO

 

Germán Martínez presentó su renuncia a la direción
general del Instituto Mexicano del Seguro Social. Indicó que algunos
funcionarios de la Secretaría Hacienda tienen una injerencia perniciosa en el
IMSS.

 

Quiero decirlo lo más claro que puedo y debo: algunos
funcionarios de la Secretaría Hacienda tienen una injerencia perniciosa en el
IMSS y ponen en riesgo la vocación igualitaria, de justicia y, concretamente,
de prestación de servicios de salud que tiene el Seguro Social», señaló en
una carta dada a conocer a través de la cuenta de Twitter @Tu_IMSS.

 

Señaló que «el Presidente del Gobierno de México
proclamó el fin del neoliberalismo, pero en el IMSS algunas injerencias de
Hacienda son de esencia neoliberal: ahorro y más ahorro, recortes de personal y
más recortes de personal, y un rediseño institucional donde importa más el
«cargo» que el «encargo»”.

 

En la carta manifestó su solicitud a la Secretaria
General queden íntegras en el acta de la sesión. Mencionó que el IMSS como
órgano fiscal autónomo cobra cuotas a patrones y trabajadores, para dar
cobertura de seguridad social a millones de mexicanos.

 

Es un organismo autónomo, cuya gestión es tripartita;
gubernamental sí, pero también obrero y patronal; por eso administra su
patrimonio con reglas especiales, empezando por la Ley del Seguro Social, a la
que nuestra Constitución, como a ninguna otra norma del sistema jurídico
mexicano, le otorga el calificativo de ley de “utilidad pública”, en el
artículo 123, A, fracción XXIX.

 

El IMSS redistribuye en sus servicios más de mil millones
de pesos diarios. En un mes puede gastar más que la UNAM en un año. Desde
cuidados prenatales antes de nacer, hasta tratamientos paliativos antes de
morir. Por eso, controlar en exceso esos recursos, que son de trabajadores y
empresarios, sin racionalidad y sin apego a las normas del IMSS, puede acabar
con esa dinámica de solidaridad social propia del Instituto».

 

Aceptó que como parte de la Cuarta Transformación
«el IMSS se debe transformar», como lo ordena el Presidente. En el
IMSS no se desobedece al Presidente.

 

Sólo creo que el eje de su reforma deben ser las personas
que se atienden en el IMSS», y no los funcionarios que trabajan en él.

 

Dijo que se requiere una gran reforma legal, y no una
pequeña reforma reglamentaria. La cuarta transformación no son cambios
burocráticos, sino revolución cultural.

 

Necesitamos una reforma al IMSS para acoplarlo al sistema
universal de salud y al modelo preventivo, donde se ataquen los determinantes
sociales de la salud. Una reforma al IMSS para adecuarlo a la nueva realidad
laboral, y al nuevo Instituto Nacional de Salud para el Bienestar, donde de
forma gratuita se atiendan los mexicanos en igualdad de condiciones».

 

Por su parte, precisó, «algunos funcionarios de
Hacienda intentan una remodelación cosmética del IMSS, donde por ejemplo, se
pretende reformar el Reglamento para colocar funcionarios administrativos en
los Estados desde la Secretaría de Hacienda, y así anular a los Delegados que
este Consejo Técnico aprobó. Buscan nombrar, en todo el país, una suerte de
“delegados administrativos estatales”, fuera de este Consejo, para que ellos,
en los hechos, administren desde lo local al IMSS».

Y puntualizó: «Mientras se discute la remodelación
del IMSS, muchos trabajadores siguen sin certeza laboral, otros sin contrato,
algunas vacantes aumentan, el rezago en infraestructura es brutal, -en 2019
prácticamente está en 0% el avance de obras y el pago a proveedores-, los
contratos y convenios de servicios se rezagan, y algunos están por vencerse sin
horizontes de legalidad y eficiencia, las compras de equipamiento paradas, las
reclamaciones y litigios aumentan; y si bien el abasto de medicamentos está
garantizado, es precario y en algunos lugares pende de un hilo. De tales
omisiones se ha dado aviso a las autoridades correspondientes, porque este
Consejo Técnico y el Director General, serán responsables – dice el artículo
276 de la Ley del Seguro Social – de que el Instituto cumpla con lo aprobado
por el Congreso de la Unión».

 

Expusó que cualquiera que se asome al debate sobre salud
en Europa o vea lo que hizo el gobierno federal anterior, verificará que los
funcionarios conservadores, neoliberales, controlan el gasto en servicios de salud
pública, mientras que los gobiernos progresistas inspirados por la justicia,
buscan ampliar cobertura y calidad inyectando más presupuesto.

 

Ese control del gasto tiene dos consecuencias fatales:
una directa para el IMSS: pasillos de espera llenos de personas adoloridas y
mal trato o retraso en la atención a pacientes; y un segundo efecto indirecto
todavía peor: el fortalecimiento de los servicios de salud privados, que
ocasionará mayor “gasto de bolsillo” de las familias cuando sus seres queridos
tengan un padecimiento».

 

Ahorrar y controlar en exceso el gasto en salud es
inhumano. Ese control llega a escatimar los recursos para los mexicanos más
pobres. mencionó:

 

El IMSS-BIENESTAR que otorga, como ordenó el Presidente
López Obrador, medicamentos y consultas gratuitas a personas sin seguridad
social, en cifras reales, al día de hoy, tiene menos recursos que el último año
del gobierno anterior, porque le deben más de mil millones de pesos, del
llamado “componente de salud”, que le correspondía del desaparecido programa
Prospera. Pregunto. ¿Han gestionado los funcionarios de Hacienda la ayuda a los
más desfavorecidos que atiende el IMSS?»

 

Además acuso que los funcionarios de Hacienda no quieren
dialogar con el IMSS, quieren imponer. Estos son ejemplos de algunos intentos:

 

1.- Para cumplir con las instrucciones de austeridad y
disciplina del gasto, ordenadas por el Presidente, suscribí y entregué el 14 de
diciembre de 2018, el oficio No. 09 52 170500/124, solicitando criterios
específicos de control presupuestario conforme al marco jurídico aplicable del
IMSS. Jamás se respondió el escrito.

 

2.- Para autorizar las contrataciones de personal con las
que operan para el ejercicio fiscal 2019, y el participar en el Rediseño de la
Estructura Organizacional, dirigí otro oficio, el No. 09 52 170500/079 de fecha
29 de marzo de 2019, que tampoco jamás se respondió.

 

3.- Además, el IMSS entregó, vía correo electrónico, a
Hacienda, el 7 de febrero pasado, objetivos, estrategias, indicadores y líneas
de acción puntuales para incluirlos en el Plan Nacional de Desarrollo
2019-2024, que los funcionarios de Hacienda simplemente omitieron. 

 

4.- Por último, como lo comenté en la sesión pasada de
este Consejo Técnico, tenía concertada una cita el 2 de mayo pasado para
resolver, en definitiva, la situación del IMSS, y se me canceló de última hora,
sin explicación.

 

Los funcionarios de Hacienda deben saber que el gobierno
y administración del IMSS debe darse en condiciones de certeza jurídica; es
real el riesgo de aumentar los litigios y ocasionar cuantiosos daños
patrimoniales, por tomar decisiónes al margen de la ley de Seguro Social o con
funcionarios sin atribuciones».

 

Además, los 
servidores públicos del IMSS, sólo pueden responsabilizarse de las
decisiones que se toman en el IMSS. Nadie, en su sano juicio, se hará cargo
desde el IMSS, de instrucciones o resoluciones falladas sólo en la Secretaría
de Hacienda.

 

Por otro lado, indicó que si acaso Hacienda cree que los
ahorros en el IMSS los puede desviar a otros fines, es necesario recordarle que
“el Instituto no estará obligado a concentrar en la Tesorería de la Federación
sus ingresos”, según dispone el artículo 277 C de la ley del Seguro Social.

 

Descuidar la recaudación tributaria y la debida y justa
incorporación de los trabajadores al seguro social es suicida para el IMSS.
Insisto en que la mayor corrupción del Seguro Social – además de ser un delito
especial establecido en nuestra ley -, es la simulación de la declaración de
las cuotas subestimadas que roban el fruto del esfuerzo diario de los
trabajadores, porque con esas cuotas ficticiamente bajas, los trabajadores
pierden jubilación, pensión de viudez, mejores créditos de vivienda y cobertura
en protección social, y algunos patrones acumulan, inmoralmente, esos
recursos». 

 

Por supuesto, mencionó, que la calidad y eficacia en
muchos servicios del IMSS dejan mucho que desear, y que el Instituto Mexicano
del Seguro Social tiene retos, desafíos, extravíos y una enorme corrupción.

 

Pero el IMSS es el único instituto a nivel mundial que da
servicios médicos ilimitados sin que sus prestaciones impacten en el salario.
Para mantener ese nivel de gasto es indispensable esa labor tributaria
eficiente y justa, que debería ser apoyada con todas las medidas
administrativas, el personal necesario de tiempo determinado para realizar
notificaciones, certificaciones, cálculos y cobranza. Se han despedido
trabajadores eventuales, con las disposiciones de Hacienda, cuando muchos de
ellos podrían estar incluidos en el programa prioritario de Jóvenes
construyendo el futuro».

 

Una verdadera reforma del IMSS debería velar por los
trabajadores que sufren con la rotación laboral o el llamado “outsourcing” e
impedir el desamparo social, cuando miles de ellos son expulsados del mercado
laboral, porque cuando vuelven (los afortunados de volver a gozar de un empleo)
su atención médica es más difícil, y el costo para el IMSS es más gravoso en términos
económicos.

 

No veo las iniciativas de la burocracia de Hacienda para
dar seguridad social permanente a todos los jornaleros del campo, a los
repartidores de comida o choferes, ni a los trabajadores de la construcción,
como sí hicimos con las trabajadoras del hogar, motivo y orgullo del IMSS
lopezobradorista.

 

El IMSS actualmente construye un acuerdo con la oficina
de Marcelo Ebrard, para el aseguramiento en dólares por familiares que residen
en Estados Unidos de sus parientes que viven en México, y buscamos con la UNAM,
concretamente con su Rector y su director de la Facultad de Medicina, un
convenio para fomentar el deporte, el cambio de estilo de vida e insertar al
mundo laboral a nuevos aprendices de nuestra máxima casa de estudios.

 

En la misiva manifestó que ayudar en la enorme tarea
moral de separar los asuntos del gobierno de los negocios personales, como
quiere la Cuarta Transformación de la patria, lo puede hacer el IMSS, siempre
que no le pongan obstáculos, barreras y desconfianzas externas.

 

El Presidente ha dicho que una sociedad que sólo busca el
mero “crecimiento” y endiosa al consumo, ni es justa ni estará en paz; por eso
apoyo, admiro y sueño con el éxito de construir un México con “desarrollo” que
nos iguale a todos, y eso reclama una preferencia por los más pobres, exige no
descartar a nadie».

 

Esa orientación del gobierno lopezobradorista de México,
requiere inteligencia, de lo contrario, alertó, pueden volver a ganar quienes
creen en la mano cruel del libre mercado. La ineficacia igual que la corrupción,
juegan en el lado de los mismos que construyeron la sociedad de los privilegios
mexicana que el Presidente busca y quiere desaparecer.

 

No cuido mi futuro personal, ni lo subordino a acomodos
en los sillones del gobierno. No defiendo a farmacéuticas, ni a proveedores o
constructores. El motivo de este diferendo con algunos funcionarios de Hacienda
no es la compra de medicamentos, es fortalecer y respetar al IMSS.

 

«Siempre he tratado de guiar mi vida por
convicciones. No soy lambiscón, ni barbero de nadie.

 

Creo y defiendo al Presidente de México, Andrés Manuel
López Obrador, porque no es gerente de los que se creen dueños del país. No es
florero de nadie, como el mismo lo dice. Yo seguiré su ejemplo: tampoco yo seré
florero en el IMSS de decisiones tomadas fuera del IMSS.

 

Gobernar el Seguro Social, encarar sus difíciles retos,
domar ambiciones y negocios, cobrar cuotas, ganar juicios, hacer trabajar a sus
empleados, y erradicar la maldita corrupción que lo aflige, requiere un
Director General fuerte, respaldado por todos, sin dudas, ni
vacilaciones».

 

Hizo un llamado a los miembros del Consejo Técnico del
IMSS, con absoluta paz y en ánimo de construir y no de destruir, Ustedes saben
que podría vetar las decisiones del Consejo, como me autoriza el artículo 269
de la Ley del IMSS, pero los niños que padecen cáncer y esperan su tratamiento,
quienes viven a la espera insulina, las poblaciones de la diversidad sexual que
reclaman antirretrovirales, y los millones de enfermos que se atienden en
nuestras clínicas y hospitales, no merecen ni un minuto de rebatingas de poder.

 

Estoy consciente de los límites y de mis límites, puedo
equivocarme, pero soy decente y tengo vergüenza pública, y con serenidad de
ánimo, presento, en este momento, mi renuncia al cargo de Director General del
Instituto Mexicano del Seguro Social».

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