Una intensa neblina cubría la Sierra de Ayotzingo la mañana del viernes 11 de noviembre, confirman los testimonios de habitantes del poblado de Santa Catarina, a escasos dos kilómetros de donde se desplomó el helicóptero que transportaba al secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora, y a otros funcionarios.
Los habitantes, además, confirman que la ruta que el piloto del Eurocopter Super Puma tomó no es la habitual a la que hacen los helicópteros que pasan por la zona rumbo a Morelos. Lo saben porque aquí han vivido desde siempre y cuando están en el campo, por medio del nombre de los ejidos, ubican por dónde pasan las aeronaves.
“En los meses de noviembre a diciembre, casi siempre todas las mañanas hay una neblina muy espesa, desde la parte media de las montañas hacia arriba. Esa mañana recuerdo subí a la azotea de mi casa y no se veía nada. Nosotros los del Comisariado Ejidal íbamos a ir hacia Temamatla y nos íbamos a ir por ahí, pero como vimos el clima nos fuimos a dar la vuelta hasta Chalco para tomar carretera y no subir la brecha”, dice el ejidatario Gregorio Araujo.
La aeronave del gobierno federal siguió una ruta inusual, más pegada a las montañas y viró justo en el ejido “Joya-jonda“, como lo llaman los campesinos, que en nahuatl quiere decir “hoyo de serpientes”, donde el helicóptero se estrelló a velocidad crucero con la ladera, según las investigaciones preliminares de los peritos, estrellándose primero con la parte inferior delantera de la cabina.
“Desde las nueve de la mañana, ya que estamos en las parcelas, vemos pasar los helicópteros por aquí, es normal verlos pasar con rumbo hacia los volcanes”, asegura Luis Santillán, tesorero del comisariado de Santa Catarina Ayotzingo.
Entrevistados en el auditorio Zapata de este municipio, los integrantes del Comisariado Ejidal se muestran sorprendidos por la ruta que el helicóptero del secretario de Gobernación tomó, al virar antes de tiempo cuando todas las aeronaves continúan hasta el paraje de El Huisqueme. Lo recuerdan porque ahí estuvieron realizando trabajos de pavimentación hace poco, cuenta el comisario ejidal Isaías Mecalco.
“Ahí, en el Huisqueme, es donde los helicópteros pasan y por el paraje Juan Panadero giran hacia Morelos, tanto los del Ejército como los de particulares. Y éste dio vuelta ahí y se estrelló en donde nosotros conocemos como ‘Joya-jonda’, muy cerca de la cueva del ‘Chico Marcelo’”, precisa el comisario.
A cuatro días del accidente, militares de Fuerzas Especiales —cuya base en Temamatla se encuentra a escasos seis kilómetros de distancia— continúan, por órdenes del Estado Mayor Presidencial, el cerco de la zona donde se estrelló el helicóptero, impidiendo el paso a cualquier civil y uniformado que no se identifique y cuente con permiso para acceder.
Para los reporteros y habitantes está prohibido permanecer hasta ahora en el lugar. La brecha debe estar despejada para la entrada y salida de camiones y camionetas de militares, policías federales y estatales del Estado de México que acarrean víveres para el campamento instalado en medio de la Sierra de Ayotzingo, donde en las noches la temperatura llega a los cero grados.
Desde un cerro próximo al paraje “Joya-Jonda”, después de las 10 de la mañana se ve como comienza el puente aéreo establecido en este campamento. Aterriza primero un helicóptero blanco y luego uno de la policía del Distrito Federal. Desde las cañadas cercanas, el eco de las montañas transporta el ruido de los rotores de otros helicópteros que durante el día continuarán descendiendo en el lugar.
El camino ejidal que sale de Santa Cruz Ayotzingo rumbo a la mina del paraje de Los Dos Cerros, es hasta ahora la única vía de acceso a la brecha que lleva a los vehículos militares y policiales a la zona del desastre.
Helicóptero de Blake voló hacia neblina, dicen pobladores
