Los mexicanos presentan resistencia al uso del condón por razones culturales, ya que la mayoría de los usuarios afirma que la sensación de la relación sexual es diferente y por ello opta por no usarlo, señalan especialistas.
En los últimos 15 años, el nivel de usuarios de condón en México creció sólo de 30 a 45 por ciento, lo que coloca al país hoy hasta 50 por ciento por debajo de las naciones desarrolladas, refiere el presidente de la Asociación Nacional de Farmacias de México (Anafarmex), Antonio Pascual Feria.
El pretexto número uno para negarse a usar condón es que ‘no se siente igual’. Un estudio publicado por la Revista del Consumidor revela que en México sólo se adquieren cuatro preservativos por persona al año, contra 16 en Europa.
Además, de la población juvenil con vida sexual activa, 48 por ciento no utiliza ningún tipo de anticonceptivos.
El dirigente de la Anafarmex explicó a Notimex que en el pasado había mucha resistencia al uso del preservativo, pero el avance es aún lento y ‘definitivamente sí nos hace falta llegar a los estándares que se tienen en otros países’, porque en México ha habido siempre un prejuicio en el sentido de que la relación sexual no es la misma.
Dijo que pese a ello el incremento de 30 a 45 por ciento es un importante avance en relación con lo que había hace 15 años.
El incremento en el uso del condón en México lo atribuyó en especial a la aparición del Virus del Inmunodeficiencia Humana (VIH), pues más que como método anticonceptivo se ha utilizado como barrera para evitar el contagio de la enfermedad.
Pascual Feria informó que de ese 45 por ciento de usuarios del condón en el país, casi 70 por ciento se compone de jóvenes de 15 a 25 años en promedio.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), es posible identificar que las personas de 25 a 39 años presentan el mayor riesgo de contraer el VIH, en ellos se observa el mayor número de casos nuevos, siendo más alto en la población de 30 a 34 años.
Si se considera que esta población inicia con su vida laboral o ya forman parte del mercado laboral, es preocupante el impacto que tiene en sus expectativas de crecimiento, desempeño, su interacción social y afectiva con otros, así como en sus posibilidades económicas, expone el INEGI
Para el representante de la industria farmaceútica, este factor se debe en especial a una situación cultural, toda vez que son los mexicanos que aún no cuentan con una pareja estable y dejan de usar el condón con frecuencia en la medida en que tienen una sola pareja sexual.
Ello es muestra de la falta de cultura en México sobre el uso del condón respecto a naciones desarrolladas como Japón, donde los usuarios ascienden hasta 90 por ciento de la población masculina, afirmó.
Expuso que pese a la gran variedad de preservativos que se ofrecen en el mercado con atractivos sistemas de satisfacción, el lubricado es el que más busca el consumidor por funcional y económico.
Según fabricantes, de los mexicanos que sí usan condón masculino los prefieren delgados o ‘sensitivos’ para evitar el ‘no se siente igual’.
Son pocas las personas que saben que un condón reduce hasta en 10 mil veces la transferencia de fluidos, lo que minimiza significativamente el riesgo de trasmisión del VIH/Sida.
Lo anterior fue dado a conocer por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) en su estudio ‘El producto vital a prueba’, para lo cual analizó 25 marcas y 66 modelos de condones.
Los especialistas de la Profeco destacaron que de esa muestra hay seis tipo de condones que ‘podrían ser riesgosos’ para sus usuarios: Balam texturizado, Do it Lovely Natural, Durex Natural Durex Retardante, Gladiador Liso Lubricado y Trojan Muy Sensible.
La razón es que estos condones no cumplieron con los requisitos solicitados en la farmacopea referente al producto.
La Profeco señaló además que en las llamadas «condonerías» ofrecen ciertos productos con formas, colores y figuras llamativas que comúnmente se conocen como ‘condones de fantasía’.
Sin embargo, advirtió, estos productos no son considerados condones por la Secretaría de Salud, porque no garantizan protección contra infecciones de transmisión sexual, ni contra embarazos.
La Profeco recomendó al respecto que si el consumidor desea comprar en ese tipo de tiendas, sólo adquiera productos que tengan su registro oficial, el cual debe ser visible en el empaque.
Luego de más de las pruebas que realizó la Profeco, elaboró cuatro máximas sobre condones que todo consumidor debe saber: en primera instancia hace hincapié en que la protección que brindan depende principalmente de su uso correcto y habitual.
En segundo lugar, antes de usar un condón se verifica que el empaque sea hermético, es decir, que al apretarlo ligeramente contenga un poco de aire, porque de lo contrario se debe dudar de su efectividad.
Como tercera máxima recomienda verificar la fecha de caducidad y preferir aquellos con fecha de fabricación más reciente.
En este caso, los fabricantes estiman en cinco años la caducidad del producto a partir de su fabricación, pero para mayor seguridad, la Profeco recomendó no usar condones con más de tres años de fabricación.
Por último, consideró importante que el consumidor tenga cuidado con los denominados condones de membrana natural (piel de cordero),
porque en Estados Unidos están autorizados como anticonceptivos, pero como indica claramente su empaque, no protegen contra infecciones de transmisión sexua
