Pese a que cuenta con una gran fortaleza económica y financiera, México no se encuentra exento de los desequilibrios mundiales, y este año el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del país será moderado, con un alza de sólo 2.9 por ciento, mientras que la inflación sería de 4.1 por ciento.
De acuerdo con el director general adjunto de Estudios Económicos de Scotiabank, Mario Correa, estos porcentajes podrían verse afectados por una serie de riesgos, principalmente los desequilibrios fiscales de Europa, Estados Unidos y Japón, y en menor parte por los acontecimientos a nivel interno.
“Tenemos un entorno de alta incertidumbre, pero México cuenta con una gran fortaleza macroeconómica y financiera, y eso le permite al país absorber la mayor parte de los impactos internos que puedan darse, aunque no somos invulnerables a eventos extraordinarios”, expresó.
Al presentar las perspectivas económicas 2012, Mario Correa pronosticó un tipo de cambio de 13.09 pesos por dólar, pero sujeto a la volatilidad que se registre a nivel mundial.
Este fenómeno, dijo, provocará que durante el primer trimestre de este año se registre un tipo de cambio cercano a los 14 pesos.
Referente a las tasas de interés, comentó, se mantendrán estables, con una tasa de fondeo interbancaria de 4.5 por ciento, lo que implica que serán de corto plazo, es decir, de 28 días y tres meses.
En cuanto a las exportaciones, pronosticó menor ritmo de crecimiento en las manufacturas, que habían registrado un alza en los dos años anteriores como consecuencia de la depreciación del tipo de cambio a partir de 2008.
Sobre el crecimiento del PIB, explicó que la expectativa de 2.9 es “insuficiente porque se tiene que registrar un crecimiento a tasas mayores”, siempre y cuando se cuente con las reformas estructurales.
De acuerdo con la proyección de crecimiento, refirió, serán 17 entidades las que registrarán mayor dinamismo, y ocho de ellas son: Coahuila, Puebla, Guanajuato, Nuevo León, México, Baja California, Jalisco y Michoacán, con una contribución al PIB nacional de 2.0 por ciento.
Mario Correa dijo que los bancos en México no tendrán un impacto mayor si se complica la situación en Grecia, debido a que el país tiene una buena regulación, además de que las instituciones cuentan con capital suficiente.
“Probablemente sí tengan algo de presión por los problemas que se puedan dar en sus matrices, que se les puedan encarecer los costos de financiamiento pero mientras se queden dentro de este entorno acotado, no hay mayor impacto”.
Por lo que, anticipó, este sector estaría creciendo a tasas de dos dígitos ya que “están muy bien capitalizados y hay gran competencia al interior del sistema”, y esto provoca el otorgamiento de créditos a sectores más productivos.
En cuanto a los riesgos internos, el directivo mencionó que se estarían registrando si hay un repunte inflacionario más allá de lo previsto, así como un impacto menor por el periodo electoral y menor seguridad.
