Lejos de disuadir al crimen organizado, la lucha contra las drogas en
México, que ha cobrado la vida de unas 50 mil personas y ha causado 10
mil desapariciones, no ha frenado la producción de heroína mexicana, que
aumentó 340 por ciento en la última década, denuncia el informe de un
grupo de expertos internacionales sobre el tema.
El estudio concluye además que los gobiernos de todo el mundo han
fracasado en su lucha contra la droga y sus acciones en este sentido han
provocado una pandemia de sida entre los drogadictos.
El estudio “La guerra contra la droga y el VIH/Sida: cómo la
criminalización del uso de drogas alimenta la pandemia global”, ha sido
elaborado por la Comisión Global de Política sobre Drogas, y entre sus
firmantes figuran seis ex presidentes de países como Colombia, Brasil,
México o Chile, el antiguo ministro español y ex alto funcionario de la
UE Javier Solana y el escritor hispano-peruano Mario Vargas Llosa.
Su publicación se produce en el marco del Día Internacional de la
Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, y un mes
antes de la Conferencia Mundial sobre el Sida, que reunirá al mayor
número de expertos en esta enfermedad en Washington entre el 22 y el 27
de julio.
En su informe, la comisión califica la lucha global contra la droga
de “fracaso” por encarcelar a drogadictos no violentos y alejarles de
los sistemas públicos de salud, lo que ha aumentado los contagios del
VIH, cuya causa principal es el uso compartido de jeringuillas.
Los expertos critican duramente el “fracaso notable de las políticas
de lucha contra la droga” en la reducción del suministro mundial de
opiáceos ilegales como la heroína, cuya oferta ha aumentado el 380 por
ciento entre 1980 y 2010, mientras que sus precios siguen una tendencia a
la baja, según datos de la comisión.
El informe arremete contra Estados Unidos, China, Rusia y Tailandia,
por “ignorar la evidencia científica y las recomendaciones de la
Organización Mundial de la Salud y resistirse a la implementación de
programas de prevención del VIH”, lo que ha dado pie a “consecuencias
devastadoras”.
Según los datos de este grupo de expertos, una cuarta parte de los
estadunidenses infectados por el VIH pasan por instalaciones
penitenciarias al menos una vez al año.
Por el contrario, el documento alaba la actuación de países como
Australia, Portugal o Suiza, en los que “la adicción se trata como un
problema de salud” y en donde el contagio del VIH entre drogadictos casi
se ha eliminado.
Denuncia que en México la lucha contra la droga también ha espoleado
el crimen organizado, y subraya que desde 2006 la guerra de las fuerzas
de seguridad mexicanas contra los cárteles de la droga se ha cobrado la
vida de unas 50 mil personas y ha causado 10 mil desapariciones.
Sin embargo, esta acción no ha frenado la producción de heroína
mexicana, que aumentó el 340 por ciento en la última década, apuntan los
autores, entre los que figuran los ex presidentes César Gaviria
(Colombia), Ernesto Zedillo (México), Fernando Henrique Cardoso (Brasil)
y Ricardo Lagos (Chile).
En su lugar, proponen reformas que “rompan el tabú”, como sustituir
la pena de cárcel por atención sanitaria y programas de desintoxicación a
aquellos que lo necesiten.
Otras medidas serían la despenalización del cannabis, el acceso a
jeringas estériles, salas de inyección higiénicas y programas de
prescripción de heroína.