Beto O’Rourke no pudo derrotar a Ted Cruz, quien fue
reelecto como senador del estado de Texas.
O’Rourkem quien durante su campaña de más de un año y
medio recorrió todo el estado fronterizo con México, se convirtió en el
demócrata que más cerca ha estado de acabar con la hegemonía republicana que se
extiende desde 1994.
Con una campaña vibrante, O’Rourke, que se crío junto a
personas de origen latino y que habla español con facilidad, se convirtió en
todo un fenómeno en el estado de la estrella solitaria.
Cruz, cuyos orígenes datan del ultra derechista “Partido
del Té” de inicios de esta década, vio su amplia ventaja desvanecerse hasta
menos del 3%, el margen de error de las encuestas.
Por este motivo y para mantener un escaño clave en el
senado, Cruz aceptó recibir el apoyo del mismo Donald Trump, con quien tuvo, o
tiene, una agria rivalidad y quién lo llegó a llamar el “Mentiroso Ted” durante
la precampaña presidencial.
Con todo y el apoyo de Trump, Cruz apenas pudo mantener
su ventaja de 3 puntos por encima de O’Rourke, un ex integrante de bandas punk
de Texas que se convirtió en todo un fenómeno entre jóvenes y migrantes que le
brindaron buena parte de su apoyo, principalmente en las votaciones adelantadas
que se practican en los Estados Unidos.
