#LaColumna: Munro no tiene calidad moral (van varios ejemplos)

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Por
Rodrigo Sotelo / Twitter: @masmedio

A Ernesto Munro Palacio, dirigente estatal del PAN, le
dio por juzgar con severidad pontificia el gobierno de Claudia Pavlovich
Arellano.

A la actual administración, repentinamente, le dedicó las
etiquetas de “mediocre”, “represivo”, “autoritario”, “corrupto”.

Así lo define, sin la menor vergüenza política:

Este Gobierno va
sin dirección, dando tumbos, a lo mejor con sugerencias de sus equipos, porque
todos sabemos que no es un sólo equipo, que hay enfrentamientos y una división
interna y muchas opiniones diversas y ella no tiene la capacidad para conducir
”.

Desde luego, a esta inusual crítica del opositor panista
la acompaña una defensa emocional del ex gobernador Guillermo Padrés, a quien
compadece por perseguido y le reconoce
grandes obras como el estadio y el
acueducto.

Munro no presenta una sola prueba que demuestre la
presumida corrupción del gobierno de Claudia Pavlovich, solo son sus dichos y
la entendible percepción intencionada de quien pretende aprovechar una
coyuntura.

Si somos honestos, Ernesto Munro no tiene calidad moral
para señalar ningún tipo de corrupción (lo cual no invalidaría la acusación si
estuviera formal y jurídicamente fundamentada).

Lo que Ernesto Munro hace pareciera más bien un reflejo
de lo vivido en su etapa de Secretario en el Nuevo Sonora, bajo la lógica cínica
del “todos somos iguales”.

Munro está impedido a condenar la actuación de un
gobierno, desde el momento en que se acompaña de quienes provocaron la crisis
de credibilidad y operatividad que todavía padecen algunas instituciones
estatales.

Mediocre,
el
gobierno anterior que resolvía el eterno conflicto del transporte público dando
raites.

Represivos
y autoritarios,
los funcionarios padrecistas facultados y obligados a consensuar el funcionamiento
del acueducto Independencia. Área donde, por cierto, trabajaba su secretaria
general Lisette López.

Corruptos,
los
funcionarios que intervinieron en la construcción del Estadio Sonora y en la confección y reparto de los uniformes escolares.
Y de estos dos aspectos puestos por Munro de ejemplo, aún se desahogan
denuncias penales.

A Munro no le alcanza la voz para recriminar a un
gobierno, cuando desde el ayuntamiento de Puerto Peñasco se desviaron recursos
(cuando menos humanos) para llevarlo a la dirigencia estatal del PAN.

¿O a Neto Munro
le parece correcto que un colaborar de su hijo Kiko, Humberto Souza, despache desde Hermosillo y tenga como
prioridad asistirlo en labores partidistas?

No se puede aspirar a ser digno de confianza cuando las complicidades del pasado te condenan y
las acciones presentes no mantienen congruencia con lo que se dice en medios de
comunicación.

El PAN Sonora difícilmente será opción si quienes ahora
lo controlan no entienden se viven otros tiempos.

Que hacer política ya no es sinónimo de simular o engañar
y que la sensación de obsoleto se consolida en lo tradicional y torpe de sus
expresiones.

Gracias y hasta la próxima con el favor de Dios.

Rodrigo
Sotelo Mendívil

Director
General Masmedio

Correo: rodrigosotelo@masmedio.com                                                                                                    

Twitter:
@masmedio