A solo unas semanas de inicio del 2019 ya se registró la
extinción de una especie animal.
Los caracoles terrestres Achatinella apexfulva dejaron de
existir luego de la muerte de George, el último invertebrado de su especie.
El nombre del caracol fue inspirado por la última tortuga
gigante de las Galápagos.
Como en el caso de otras especies, el caracol Achatinella
apexfulva se extinguió por la caza furtiva pues sus conchas amarillentas eran
usadas para fabricar collares.
Según datos del Departamento de Tierras y Recursos
Naturales de Hawái, en el año 1997 quedaban únicamente diez especímenes de este
caracol los cuales fueron llevados a un laboratorio para tratar de salvar la
especie.
Científicos que trabajaban en el caracol comentaron a
medios locales que tardaron mucho tiempo en conocerlo pues ‘era muy tímido’ y
nunca salía de su concha.
LA ÚLTIMA ESPERANZA
Tras el triste anuncio, la dependencia de Estados Unidos
informó que enviaron una muestra de su piel al zoológico de San Diego,
California, para que en un futuro puedan clonarlo y revivir la especie muerta.
