Por Rodrigo Sotelo / Twitter: @masmedio
El candidato Ernesto Gándara Camou debe estar
muy agradecido y comprometido con el dirigente estatal del PRI, Ernesto De
Lucas Hopkins.
Luchando contra su propia esencia individualista e irreverente, De
Lucas pecó de
prudente y se pasó de generoso al anteponer el proyecto estatal y abandonar sus
aspiraciones por la presidencia municipal de Hermosillo.
Puede haber una explicación, una motivación más grande, lo cual
revela un comportamiento inédito en ambas partes.
Aquí lo escribimos desde hace meses, Gándara
puede ser gobernador, solo si… conseguía que la Alianza no se
individualice, si lograba que la prioridad sea descendente y que todas y todos
los que la integren lo pongan a él en el centro.
“Deberá negociar lo
suficientemente bien, como para que quede claro que el protagonista es él. De
ahí para abajo”.
Ernesto cumple esta condición fundamental, con la fortuna de que
encontró en De Lucas a su colaborador más entendido y eficiente.
Apaciguar y sentar a
dirigente del PRI, era uno de sus retos más complicados. Lo consiguió y con
auténtico convencimiento del afectado.
De Lucas es el aspirante aliancista más competente y competitivo
en la capital, incluso, vivía una paradoja electoral: en apariencia ahora tenía
más posibilidades de ganar la elección, que de alcanzar la candidatura.
Y se sacrificó por el proyecto gandarista. Se contuvo El Pato arrojado y
rebelde, para consolidar al Ernesto De Lucas mesurado, juicioso, compartido.
Si la actitud de El
Pato De Lucas habla de madurez y calidad política, también manifiesta
el consolidado liderazgo del candidato a gobernador.
Pero el PAN no merecía este regalo, aunque se trate de una
concesión indispensable para posibilitar la alianza Va
Por Sonora.
Porque no solo es ceder la candidatura de Hermosillo, de
confirmarse a Norberto Barraza habrá que tutelar a un candidato gris, sin
imaginación, sin recursos, sin equipo, sin pertenencia, sin lealtad.
Qué impotencia, qué desesperación deberá sentir un político
protagonista y operativo como El
Pato, que repudia la tibieza y tan intolerante a la mediocridad.
Ojalá no lo haga, que no se rebaje, que se sacrifique con dignidad
y no se responsabilice de este tipo de campañas detrás de un escritorio.
Que Ernesto De Lucas no participe activamente
en este proceso, será una oportunidad perdida; que queden marginados políticos
preparados y creativos como El
Pato, es una lástima.
Es innecesariamente temerario el riesgo que asumen al creer que la
sacan a pesar de la incógnita que representará Hermosillo o apostando
a un desgaste muy relativo.
La desesperación por consumar la Alianza y mantener dispuestos a
unos panistas que no perdían nada, los hizo cometer injusticias y perder la
perspectiva de esta atípica elección.
Lo de El Pato es
una ofrenda costosa, tanto que seguro la hubieran evitado de saberse que se
encapricharían –de ser confirmado, insistimos- con Norberto Barraza, quien lo
único que garantiza es sumisión, desconfianza e incertidumbre.
De saberse que De Lucas aparecería altísimo en las encuestas de
propios y adversarios.
Las limitaciones de Barraza serán apabullantes, muy probablemente
superiores al nivel de hartazgo que se calcula para depositarle las
desproporcionadas esperanzas de triunfo.
A Norberto Barraza lo harán pedazos en cada debate y entrevistas,
no podrá estructurar con elocuencia una sola propuesta novedosa o llamativa y
nadie le creerá su repentino amor por
el Borrego Gándara.
Mal interpretan -¿o tuercen?- el criterio de competitividad,
confunden cierto conocimiento y la buena fama del ordinario con posibilidad,
habilidad y vergüenza política. Una elección no es un concurso de simpatías.
Ser buen funcionario no garantiza un buen gobierno.
Háganse esta pregunta: ¿quién le agrada o a quién quiere más en la
escuela de sus hijos, al conserje o la directora? Ahora, ¿a quién de ellos
confiaría la administración y toma de decisiones de la escuela?
En política y gobierno ocurre el mismo fenómeno, se trata de
visitar colonias, de sumar votos, de llevarlos a las urnas, de resolver, no de ser
popular y conseguir likes en
redes sociales.
¿Quién lo está haciendo? ¿Quién se encuentra en esta condición y
tiene capacidad, experiencia y recursos para hacerlo? Es cuando se posiciona
aún más una mujer astuta y valiente como Celida López y terminamos de descartar
a un empleado como Barraza.
Y, claro, es cuando se vuelven indispensables los candidatos
opositores como Ernesto De Lucas.
Porque ahora más que nunca, como sostenía reiteradamente el propio
De Lucas, importarán más los candidatos, las ideas, una campaña con emoción… ¿O
le siguen apostando a la suma automática de los votos
duros que suponen los partidos de la Alianza?
La fórmula obsoleta de contar votos imaginarios, es equiparable al
error de elegir a cualquier candidato.
Gracias y hasta la próxima con el favor de Dios.
Rodrigo Sotelo Mendívil
Director General Masmedio
Twitter: @masmedio
Correo: rodrigosotelo@masmedio.com / rodrigosotelo69@hotmail.com
