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#LaColumna: Si quiere ser, tiene que parecerlo

Por
Rodrigo Sotelo / Twitter: @masmedio

Finalmente el ex funcionario Norberto Barraza accedió a
manifestarse a favor de la Alianza Va por
Sonora
y del candidato Ernesto Gándara.

Accedió, porque nunca estuvo dentro de sus prioridades
dar una muestra de interés y afinidad con el proyecto aliancista que lo
considera con preferencia para la presidencia municipal de Hermosillo.

Barraza hace días publicó en Twitter, a petición de quienes lo impulsan dentro del PAN, que “el proyecto que convoca y une a más gente es
la alianza que encabeza Ernesto Gándara. Los ciudadanos como yo, agradecemos
esta inclusión. #VaPorSonora
”.

El ex director de Servicios Públicos se resistía a
comprometer su apoyo público sin antes tener certeza de que será el candidato
de la Alianza en Hermosillo, como le aseguran los panistas y que no termina de
agradar a los priistas.

El problema de Norberto Barraza no es tanto su descortés
comportamiento político o su falta de iniciativa o arrojo para hacer política
partidista.

Lo que a Barraza lo deprecia es que siga dudando, que no
se involucre auténticamente, con lo que despierta cada vez más sospechas y se
genera enemistades.

Si quiere ser candidato de la Alianza, Norberto Barraza
está obligado a convencerse de la conveniencia del proyecto estatal y, desde
luego, parecer un candidato capaz y competitivo.

No le van a llevar la candidatura a la cama, nadie hará
campaña por él, así no funcionan las cosas.

En sintonía con esta aparición, el dirigente Ernesto Neto Munro detalló el criterio y el
procedimiento para la elección del candidato, donde se incluye la opción de Norberto
Barraza.

Proceso que ellos -los panistas y no la Alianza en su
conjunto- organizan y que se resolverá en próximos días.

Esta es una gran diferencia que omite Munro cuando compara
la tersura y el espíritu democrático con el que se eligió al ex priista Ernesto
Gándara, aquí sí con intervención equitativa de ambos partidos (PRI-PAN) en las
negociaciones y posterior definición en acuerdo del candidato al gobierno del
estado.

Munro aclara que no hay nada definido y que tampoco nadie
está descartado. Menciona al propio Barraza, a Ernesto de Lucas, a Antonio
Astiazarán y se inventaron a Gustavo de Unanue.

Ahora explica -antes sólo hablaban de una encuesta- que
se basarán en tres variables, una encuesta a los hermosillenses (40 por ciento),
una consulta a grupos de la sociedad civil (30 por ciento) y una consulta a los
panistas de Hermosillo (30 por ciento).

La encuesta la hace Parametría, no dio a conocer a quién
consultan de la sociedad y organismos y tampoco aclaró si la participación de
los panistas se restringe a la militancia o si se amplía a simpatizantes.

Aunque involucra una consideración sumamente subjetiva,
pues subraya que si uno de los sonantes
gana en los grupos de enfoque y en la encuesta panista (60 por ciento), pero
aparece muy abajo en la encuesta de intención del voto, no podrá ser candidato.

Honestamente, parece más un engorroso ejercicio de
simulación sacado de la manga para justificar al candidato que ya tienen
definido.

Puede no ser lo más decoroso o conveniente, pero se vale
en términos de la negociación que le ganaron a los priistas.

De ahí la importancia, incluso sobre este esquema de
defensa de la posición lograda, de que el virtual candidato Barraza se active,
se involucre e intente, cuando menos, parecer candidato y no el empleado
manejable que siempre ha sido.

Norberto Barraza debe entender que su impedimento
coyuntural son los priistas, que sin ellos, aunque pueda ser candidato, no
ganaría una elección constitucional.

Necesita convencerlos, confrontar, negociar, prepararse,
hacer política.

La aceptación y los apoyos no llegan por designación.

Una elección no la regalan.

El jolgorio que le encanta a Durazo

Dice Alfonso Durazo que el futuro gobierno estatal –“el
que sea”- debe dejar el confeti, el
jolgorio, el corte de listón
, para coadyuvar con las autoridades
municipales y destinar ese gasto a los ayuntamientos.

El candidato de Morena sostiene que no hay dinero que
alcance, por ello, el recurso disponible se tiene que utilizar con
responsabilidad, honestidad y en estricto orden de las prioridades sociales.

Ah, y entregárselo a los municipios “para que el alcalde le dé mejor utilidad”.

¿De dónde pensará este genio aguardentoso que sale el dinero que les llega a las
Presidencias Municipales, ahora casi totalmente en manos de su partido? ¿Le
habrán avisado que su Presidente, el de su Morena, les recortó el presupuesto
para becar huevones?

Si a la entrega de tres
o cinco mesabancos
, le llama “jolgorio
o baby shower
”, ¿cómo bautizar la disoluta pachanga de Sara Valle en Guaymas, Sergio Pablo Mariscal en Cajeme,
la Chayito de Navojoa o el Judas de
Etchojoa?

Alfonso Durazo sigue sin medir sus declaraciones, sigue
improvisando, sigue tropezando con la realidad que se esfuerza en retorcer sin
imaginación, sin pudor y sin vergüenza.  

Gracias y hasta la próxima con el favor   de Dios.

Rodrigo
Sotelo Mendívil

Director
General Masmedio

Twitter:
@masmedio

Correo: rodrigosotelo@masmedio.com  / rodrigosotelo69@hotmail.com

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