Por
Rodrigo Sotelo / Twitter: Twitter: @masmedio
La Cuarta
Transformación cambió los parámetros del merecimiento para la elección de
candidatos transformadores y trajo formas muy curiosas y convenientes de
protesta social o colectiva.
Los cuatrotes y
sus seguidores relajaron tanto sus exigencias que pasaron de romper todo a suplicar al que permite
que las violenten rompa el pacto, mientras
aplauden o justifican a un candidato que representa, precisamente, lo que las
está matando.
Es el caso de las feministas trapo verde con el presidente
López Obrador y el candidato Félix Salgado Macedonio, de Guerrero, y otros con
rasgos o “méritos” similares como
Alfonso Durazo, aquí en Sonora.
Desde luego que no es igual que te acusen de violador a
que resultes el que no pudo evitar las violaciones y asesinatos, pero significa
prácticamente lo mismo cuando este cinismo se intenta trasladar a un gobierno
de estado.
Por lo visto, en Morena no valen realidades, no importa
si uno violó o soltó un narco, el propósito es mantener el discurso del pueblo
bueno que no se equivoca y que tiene la libertad de elegir hasta de lo que
quiere seguir muriendo.
Aquí hemos dicho, y sostenemos, que Alfonso Durazo no
tenía cara para venir a ponerla a Sonora y pretender ser candidato… ¡y saliendo
puntero en las encuestas! ¿Por qué? ¿En qué estamos fallando quienes procuramos
aportar un gramo de sensatez y vergüenza?
Hay un problema sistemático, pero también con quienes
votan por estos detestables personajes rechazando el viejo régimen priista,
pero orgullosos de las atrocidades presentes.
Ayer circuló un meme que reflexionaba sobre Salgado Macedonio:
“Si este pedazo de porquería llega a ser
gobernador, los que no servimos somos nosotros”.
Y sí, los que no sirven son esos 30 millones que, por
interés o ingenuidad, defienden y votan por estos ineptos delincuentes.
Hay un problema patológico, cultural, educativo, de
autoestima, mental, en el electorado simplista que de inmediato recurre a un
falso dilema implantado.
Que se cuestione a los gobiernos actuales, mayormente de
Morena, no significa que se defienda o se haya olvidado lo que se hizo antes. Decir
que los de ahora no sirven, no es porque se crea que los de antes eran muy
buenos.
Que los de antes hayan sido corruptos, ineficientes y
criminales, no les da permiso a los de ahora para también serlo.
Así tergiversan el machismo, la misoginia o la violencia de género estorbos
improductivos como Wendy Briceño, mujer tan oportunista y sumisa que no se
atreve a marchar con el trapo verde y romper vidrios y rayar paredes para
oponerse a lo que está ocurriendo ¡en su propio partido!
Estas odiosas ensimismadas son las que piden que AMLO rompa el pacto, pero dejando claro que
ellas no están dispuestas a romper con el Presidente…
Lo de ellas es el privilegio y el culto a la mediocridad,
sin responsabilidad y sin demostrar capacidad. Por eso nadie las quiere, y no
son atractivas en una contienda electoral.
Pero para que existan estos demagogos progresistas, se
requiere alguien que quiera ser engañado.
Por eso sostenemos que no pueden servir para mucho,
quienes condenan inseguridades pero le aplauden hasta con las n4lgas a quien se
encargó de mantener y extender la violencia.
Y por eso Durazo se atreve a venir a ofender a los
sonorenses con su sola aspiración o con la desfachatez de prometer acabar con
la inseguridad en los municipios, una vez que sea gobernador.
¿O será requisito, lo harán a propósito para atizar la
crítica de los difamados y desacreditados en alimento del demencial fanatismo
de los necios acomplejados?
Una
diputada de X
No se le ha dado la relevancia necesaria a la iniciativa
de la diputada Alejandra López Noriega, quien logró la creación del Instituto
Sonorense para la Atención de los Adultos Mayores.
No es poca cosa, más bien, debe ser de lo más decoroso en
esta Legislatura lo que consigue esta activa y capaz legisladora panista.
Significa dignificar la vida de nuestros viejitos,
integrarlos de nuevo a la sociedad e implementar políticas públicas que
fomenten el respeto, la solidaridad, la subsidiaridad y el bien común.
Alejandra es una de esas mujeres metidas a política por
méritos propios, que dignifica el género y permanece por sus atributos y
contribuciones en cada cargo que ostenta.
La diputada López Noriega es una de esas posiciones de la
Alianza que legitiman un acuerdo entre partidos basado en la capacidad,
competitividad y experiencia.
Es una posición que responde por sí misma a las críticas
de quienes acusan acaparamiento y privilegios.
Alejandra López Noriega es de las indispensables no solo
para el PAN, si no para la Alianza en este iniciado proceso electoral.
Gracias y hasta la próxima con el favor de Dios.
Rodrigo
Sotelo Mendívil
Director
General Masmedio
Twitter:
@masmedio
Correo: rodrigosotelo@masmedio.com / rodrigosotelo69@hotmail.com
