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"Me niego a ser la agenda de mi hija por el Whatsapp”

“¡Me niego a ser la agenda de mi hija por el whatsapp!” dice
enfáticamente Noelia López-Cheda, autora del libro No seas la agenda de
tus hijos y prepáralos para la vida,  quien señala que “aunque los padres
queremos que los niños sepan defenderse en la vida y tengan los recursos para
afrontar el fracaso, no les preparamos para ello sino todo lo contrario”. 

Noelia es ingeniera industrial, Coach profesional, consultora
en temas de Recursos Humanos, conferencista y Máster de Profesor de Educación
Secundaria y Bachillerato. Esta española apasionada de la educación, considera
que los padres deben buscar que los hijos desarrollen ciertas habilidades
fundamentales para la vida como son la autonomía, la proactividad y la
comunicación; pues de lo contrario, es posible que los hijos sean inseguros, no
asuman responsabilidades, dependan de los padres para tomar decisiones y no
aprendan a razonar ni tolerar la frustración. 

“Ayudar a nuestros hijos, sí; ser su agenda o suplantarles,
no”

Noelia relata la situación que la hizo caer en cuenta que
estaba siendo la “agenda de su hija” y que de cierta manera le estaba
«viviendo su vida», lo cual la perjudicaba más de lo que la
beneficiaba, siendo así un llamado de atención para hacer un cambio rotundo,
este es su relato:

“Recuerdo la primera vez que envié y recibí los deberes que
se había olvidado Enma por el grupo de whatsapp de las “madres” del cole. “¡Qué
maravilla esto!” pensé inocente de mi sin saber entonces que se iba a convertir
en un monstruo que me engulliría en una vorágine de mensajes a partir de las 6
de la tarde con listado de tareas unido a mil fotos de los libros, ejercicios…
que me saturaban el espacio del teléfono y cuando tenía que hacer una foto me
decía: “memoria llena”. 

El día que “vi la luz” lo recuerdo con bastante claridad. Fue
así:

– Enma: “mamá se me ha olvidado la hoja de los ejercicios de
matemáticas, ¿lo dices en el grupo y que te lo manden?”.

Yo como madre solícita, amantísima y servicial me dispuse a
hacerlo mientras dejaba las llaves en la entrada, soltaba el bolso en la silla,
me sacaba el teléfono del bolsillo y dejaba la bolsa de la compra en el suelo.
¡”Multitasking” en acción!

 

Entonces algo me paralizó. Fue algo así como “un bofetón de
realidad”. Me quedé mirando el teléfono a la vez que veía varios emails de
clientes parpadeando en la pantalla y entonces comprendí.

Pero ¿qué narices estoy haciendo? pensé. Se acabó.

– Enma cariño, no es mi responsabilidad que se te hayan
olvidado los deberes, es la tuya, por lo tanto mañana dices a la profesora que
no los llevas porque se te olvidaron y que la próxima no se te olvidarán.

– Pero ¡¡¡mamá!!!! ¡¡me pondrá mala nota!!!!!

– No pasa nada, la próxima seguro que ya no te la pone.

– Y ¿por qué no lo pides al grupo con lo fácil que es?

– Pues precisamente porque ese grupo no está para ser el
paralelo de tu agenda sino para cosas urgentes del colegio. Tú no debes confiar
en que el móvil de tu madre responda a tus olvidos ya que, es tu
responsabilidad traer tu agenda con tus ejercicios. Yo tengo mi agenda y no te
pido a ti que me recuerdes si tengo que responder a un cliente, si tengo que
preparar un material….así que cada uno debe asumir su parte.

Lo entendió perfectamente y ya nunca más me ha pedido nada de
eso a pesar de los olvidos que, tengo que decir, son bastante
frecuentes”. 

¿Qué estamos consiguiendo con ser agendas o ayudantes
particulares en todo momento de nuestros hijos? 

La autora responde a esta pregunta: “Lo de los deberes
eternos en casa es otro tema (tengo muchos debates sobre deberes SÍ o deberes
NO), voy al tema particular de asumir todo movimiento que hacen nuestros
hijos como si fuéramos los ángeles protectores perpetuos tengan la edad que
tengan. Lo que conseguimos es básicamente esto y la lista daría para
mucho: 

– Niños que no asumen ningún tipo de responsabilidad
para su edad.

– Niños que les da miedo hacer cualquier cosa porque tienen
nuestros ojos encima por si se equivocan, porque nosotros se lo vamos a hacer
mejor.

– Niños que prefieren poner la atención en otras cosas,
porque para éstas “ya está mamá”.

 

– Niños que cuando crezcan solo esperarán instrucciones
y órdenes para empezar a actuar. Esto es clave.

Una de las competencias que más trabajo con diferencia en
empresas en formaciones y talleres además de ponencias, es la proactividad
e iniciativa. Se trabaja también desde la competencia del conocimiento
personal, conocimiento de fortalezas y autoconfianza por lo que si no
“practicamos” con estas pequeñas cosas desde pequeños, no esperemos que lo
hagan de mayores “señores futuros empresarios que van a contratarlos” (sí,
los adultos que leéis, ¿qué pedimos en los trabajadores o en nuestros
compañeros de trabajo? Esto mismito…)

– No me debo sentir como mala madre si no hago de agenda, me
comporto como madre irresponsable si no educo para que mis hijos sean
independientes y autónomos, 

– No me debo sentir como mala madre por no sentarme con
ella/ellos a hacer los deberes, me comporto como madre irresponsable si no
les brindo ayuda o apoyo emocional y de empuje cuando tengan realmente grandes
dificultades.

– No me debo sentir como mala madre por no estar supervisando
absolutamente todo paso que realice mi hija (el peque en este tema todavía
no llega, seamos conscientes de las edades), me comporto como una madre
irresponsable si desconozco dónde se mueve y con quién se mueve mi hija, que
tiene cierto matiz diferente.

Hay estrategias de sobra para trabajar con ellos a estas
edades, venga ánimo, que tenemos que hacer generaciones mejores que la nuestra,
es fácil con un poco de reflexión y confianza» concluye la autora.

*Se publica bajo la autorización de Noelia López. Conoce
más de la autora en: noelialopez.com

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