Todos soñamos con un trabajo ideal, algunos estudiamos por ello, otros podemos seguir en busca de, pero frecuentemente puedes verte en la toma de decisión entre economía-felicidad.
El salario emocional son las retribuciones no económicas que un trabajador obtiene de la empresa, para incentivar el ambiente laboral y elevar la productividad. Esto se puede entender como incentivos para las necesidades personales, familiares, calidad de vida y clima organizacional.
¿Por qué es importante el salario emocional?
Cuando encuentras un trabajo que te hace feliz, donde puedes ir todos los días de buen humor y estás dispuesto a dar lo mejor de ti, tu salud en general mejora y tu cuerpo trabaja mucho mejor.
Un salario emocional no se basa en recibir más dinero, pero sí lo suficiente para una vida cómoda y con beneficios valiosos como el tiempo con las personas que quieres y para realizar las actividades que te llenan como individuo.
¿Qué pasa cuando no tengo este salario?
¡Tranquilo!, primero evalúa tu situación, no tener un salario emocional es cuando como profesional y como persona no te sientes bien, a veces ni el factor económico es motivante, o no tienes el tiempo ni las ganas para hacer otras actividades.
Las principales causas al interior de tu empresa pueden ser:
No hay posibilidades de crecimiento
Está mal pagado
No hay reconocimiento al esfuerzo
Horarios fuera de los establecido
Falta de comprensión a situaciones personales
Trabajo inflexible
¡Antes de renunciar!
Tomar una decisión como esta, no puede hacerse a al ligera. Antes de irte, intenta negociar, en base a mejorar el salario, nuevos desafíos y responsabilidad.
Demuestra tu interés por apoyar a la empresa y crecer, así verás si te conviene seguir o no. También revisa otras opciones, piénsalo detenidamente y toma lo que sea mejor para ti. Ánimo, todo en la vida son etapas y es cuestión de tomar mejores decisiones.