Someterse a una cirugía siempre es riesgoso, aún si la
más simple. No sólo por los efectos
secundarios y anestesia también por las negligencias médicas.
Recientemente se dio a conocer que Karla Karina Galván
González, de 36 años, perdió la vida recientemente después de haberse sometido
a una liposucción en Nuevo León.
Como ha pasado en muchos casos similares, el médico no
tenía licencia para operar.
De acuerdo con información revelada, la intervención se
realizó el 14 de mayo en la clínica Esbelt Center, ubicado en la colonia
Colinas de San Jerónimo.
Tras la cirugía la paciente fue dada de alta y se retiró
a su hogar.
En su domicilio la mujer comenzó a presentar rigidez en
las manos y otras complicaciones. Al día siguiente falleció en el nosocomio.
Al realizar una investigación las autoridades encontraron
que el doctor carecía de licencia de cirugía estética y reconstructiva, es
pediatra.


