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Tabaquismo, de la curiosidad a la adicción

CIUDAD DE MÉXICO.

 

“A esa hora de la mañana donde se cruza el quinto cigarro
y la segunda taza de café con su recuerdo: entonces escribo…”. Con esta frase
que escribió un joven a los 21 años, entre la universidad, las novias y los
poemas, comenzó también, una aventura en el mundo del tabaco.

 

Mientras aprendía el oficio del periodismo, Alejandro
García recuerda que su encuentro con el cigarro se hizo presente, ya que, por
cuidarle las cajetillas a su entonces novia, quien en su casa no sabían que lo
hacía, comenzó a fumar por curiosidad y lo hacía de vez en cuando, uno al día
estaba bien, por el momento.

En México hay más de 14.3 millones de fumadores, de los
cuales 118 fallecen al día por esta causa, de acuerdo con cifras oficiales.

Entre los fumadores, hay 86 mil estudiantes de primaria,
secundaria y preparatoria, y algunos iniciaron desde los ocho años de edad,
destacó la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic).

Un año más tarde, cuando terminaron la relación, la
tristeza hizo que el ahora periodista comenzará a fumar más, empezó a comprar
cajetillas o cigarros sueltos, además eran sus primeros pasos en el mundo
laboral, lo cual tuvo que ver para que lo hiciera con más frecuencia.

 

Al principio eran dos cigarros al día, conforme pasó el
tiempo subió a cinco, ya que el estrés propio del trabajo hacía que le dieran
más ganas de fumar para relajarse, prendía un cigarro en la mañana, acompañado
con un café como desayuno, «para comenzar el día motivado y con buena
actitud».

 

Le seguía un cigarro más a medio día, otro después de
comer para ayudar a la digestión y uno más antes de dormir, «para hacerlo
sin estrés y sin preocupaciones». Pero también se fumaba unos “extras”
para convivir con sus compañeros y amenizar las charlas, lo que se convertía en
hábito.

 

Con el paso del tiempo, el consumo del tabaco se
incrementó hasta llegar a 10 cigarros al día, los cuales se distribuyen desde
las 8:00 de la mañana hasta la media noche, y lo hace por varios motivos: por
preocupación, para pensar, para concentrarse, por gusto o por disgusto, la
razón es lo de menos.

 

El consumo de tabaco se lleva la vida de siete millones
de personas al año y cuesta a los hogares y gobiernos más de 1.4 billones de
dólares, señala el informe «El tabaco y su impacto medioambiental: una
visión de conjunto», de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

 

A nivel mundial, el cáncer de pulmón es la primera causa
de muerte por este padecimiento, y al año se presentan 10 mil casos nuevos.
Dicha afección es asintomática, se considera “silenciosa” ya que es difícil de
detectar a edad temprana, indicó el Centro de Tratamiento de Cáncer de América
(CTCA).

 

Alejandro García precisa que mientras más fuma, pierde el
sentido del gusto, los sabores de las comidas disminuyen, un helado de fresa no
le sabe cien por ciento a fresa, solo percibe un 20 por ciento de su sabor,
sólo es azúcar con un ligero toque del fruto, por lo que ese placer pierde su
intensidad, pues los sabores disminuyen.

 

Asimismo, señala que más que un vicio es un hábito, y uno
muy caro, ya que al mes gasta 500 pesos, además el aumento a su precio no le
afectó, pues no hizo que consumiera menos, solo lo vio como un incremento a un
producto de primera necesidad.

 

Para aminorar sus efectos dañinos, menciona, prefiere
consumir los cigarros mentolados, pues, tiene un sabor “más fresco del tabaco,
poquito más ligero y no se impregna tanto en la ropa o al cuerpo”.

 

A García le gusta fumar en soledad, para desconectarse
del ajetreo del momento, cuando lee, o cuando escribe poemas o pequeños
cuentos, escribe un verso, fuma un cigarro, piensa, escribiré otro verso, y así
puede fumar más de los 10 habituales.

 

Hasta en los textos que escribe, se cuela el cigarro en
alguna que otra estrofa, ya que lo acompaña en sus momentos alegres o tristes,
de creatividad o pasividad, está en todo momento formando parte de su vida. “Y
vuelve mi insomnio a rascarme la espalda, el deseo del cigarro por la
madrugada…”.

 

La CTCA resalta que el tabaquismo es también un factor de
riesgo para desarrollar otros 12 tipos de cáncer como son boca, laringe,
faringe, esófago, riñón, útero, hígado, vejiga, páncreas, estómago,
colorrectal, así como leucemia.

 

Además, muchos problemas relacionados con el fumar puede
afectar la calidad de vida de una persona, incluso acortarla, en los fumadores
masculinos por 12 años y de los femeninos aproximadamente 11 años, reporta la
OMS.

 

El periodista planea dejar de fumar a los 30 años, cuyo
cumpleaños es este miércoles. Alejandro está consciente de que se engaña a sí
mismo, ya que sabe que no lo hará, tal vez lo deje unas semanas, pero no lo
abandonará definitivamente.

 

 

 

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