Por detectar inumerables irregularidades en el ejercicio profesional, fue cesado el notario público número 52 Adrián Manjarrez Díaz en Ciudad Obregón, informó el titular de la Dirección General de Notarias en el Estado, Alberto Sánchez Palacios.
Documentos carentes de firma de algunas de las partes involucradas y autorizados en definitiva por el notario, falta de folios en los documentos donde los notarios llevan a cabo las escrituras de todos los ciudadanos, en este sentido había gran cantidad de libros integrados con más de 400 folios; dijo, por citar solo algunas de muchas irregularidades.
“Las sanciones eran excedentes, eran graves, por ello y en apego a la Ley se decidió la cancelación de la patente, se siguió todo un procedimiento que concluyó con una resolución de una separación del cargo de sus funciones, y se canceló la patente del notario número 52”, señaló el director general de Notarias del Estado.
Sánchez Palacio, dijo que se llevó todo un procedimiento para llegar a esta conclusión que inicio desde abril del año pasado, y recordó que Manjarrez Díaz presentó anteriormente un recurso de inconformidad en el Tribunal de lo Contencioso Administrativo, donde se resolvió finalmente el pasado viernes y se notificó la resolución al Estado.
En virtud de ello, el Tribunal de lo Contencioso dicha decidió que la suspensión que se le había otorgado de manera provisional al notario número 52 quedará sin efecto, por lo tanto el Ejecutivo del Estado dio la autorización para realizar la clausura definitiva del protocolo, precisó el funcionario estatal.
Durante la diligencia realizada este martes en ciudad Obregón, el notario cesado mostró resistencia en los protocolos de sus sellos y firmas notariales, pero esto no impide que la notaria haya quedado concluida en sus funciones ya que así estableció en el acta levantada.
La clausura del protocolo es definitiva, y de acuerdo a la Ley del notariado, los libros que estaban en la notaria número 52 serán trasladados a la Dirección General de Notarios, donde concluirán los procesos en curso, como escrituras en beneficio de los ciudadanos que quedaron pendientes con algún trámite.
