Según la televisión pública NHK, no se ha informado de anomalías en la situación de esa planta, ni tampoco en las de Daini, también en Fukushima, y Tokai Daini, en la provincia de Ibaraki y a unos 110 kilómetros al noreste de Tokio.
Todas ellas están detenidas a raíz del accidente del 11 de marzo del año pasado en la de Fukushima, que mantiene paralizados por seguridad o revisiones 52 de los 54 reactores atómicos de Japón.
El terremoto tampoco afectó a los servicios del tren bala (que por precaución se detiene automáticamente ante un seísmo de gran intensidad), aunque sí llevó a parar temporalmente algunas líneas locales y a cortar parcialmente algunas autopistas de Ibaraki para efectuar revisiones.
En la escala japonesa de 7 grados, que se centra en las zonas afectadas más que en la intensidad del temblor, éste llegó a alcanzar los 5 grados en algunas áreas de Chiba e Ibaraki.
Tampoco se registró ningún daño en el aeropuerto de Narita, el más importante de Japón, informó NHK.
Los terremotos de hoy tienen lugar tres días después de cumplirse el primer aniversario del gran terremoto de 9 grados que sacudió el noreste de Japón, seguido de un devastador tsunami que causó más de 19 mil muertos y la peor crisis nuclear desde la de Chernóbil.
Desde entonces, se han producido en esta zona más de 600 réplicas de una magnitud superior a los 5 grados en la escala abierta de Richter.