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Para la anemia y la cruda… un caldo de rata

CIUDAD DE MÉXICO

 

Acompañada de un caldo caliente con verduras, similar al
de res o pollo, comensales de distintas partes de México llevan a sus paladares
y saborean la carne hervida de la rata de campo que, bañada en especias, ofrece
un sabor particular y, dicen, nutritivo y bueno para la anemia y hasta para la
cruda.

 

Su precio puede variar entre los 50 y los 100 pesos,
según la región donde se deseé consumir este platillo, pero a decir de quienes
consumen la rata de campo, que se caza en los montes, vale la pena por ser
nutritiva.

 

Mientras una gran mayoría de personas dudaría en comer
rata de campo, por muchas razones, en entidades como Fresnillo, Zacatecas, el
caldo de roedor es típico y exótico, pero no sólo eso, sino que desde 2017 en
esta localidad se organiza una feria al respecto.

 

En dicho evento gastronómico, celebrado en noviembre,
chefs locales buscan difundir e impulsar la degustación del caldo de rata de
campo, especie que también es usada para su consumo humano en países como
China, Tailandia, Vietnam, India y Camboya.

 

La agencia Notimex ha dado cuenta del mundo que gira en
torno a esta peculiar comida en Zacatecas, pues es allí en donde desde tiempos
de la Colonia se consume; sin embargo, parte de ello, al menos en las zonas
rurales, es por el hambre, la pobreza y la comercialización.

 

Dicha agencia relató el caso de ‘Panchito’, un campesino
de Villa de cos que se dedica a cazar con “trampas, resorteras y hasta
machetes” a estos roedores en los montes para después ofrecerlos al público, con
todo y piel para evitar que se piense que son de alcantarilla porque “esas son
sucias y feas”, en un precio de alrededor de los 30 pesos.

 

De acuerdo con este testimonio, a la rata de campo se le
han adjudicado no sólo propiedades nutritivas, por las plantas y semillas de
las que el animal se alimenta, sino también medicinales y afrodisíacas, motivos
más para que haya quienes paguen para devorarla.

 

«Nos las compran porque son buenas para curar la
anemia y la debilidad, también para recuperarse más pronto de una operación y
hasta porque tienen propiedades para mejorar el rendimiento de los hombres con
la esposa», dijo el campirano.

 

En El Salitre, en Coahuila, es común que ante la pobreza
que se vive en la zona haya personas o familias que, aprovechando sus
conocimientos para la caza de conejos, por ejemplo, también capturen ratas de
campo para prepararlas en distintos platillos.

 

Ante la incredulidad de muchas personas que no probarían
la rata, Jaime Castañeda, cantinero y cocinero del caldo de este animal en la
cantina “El Gambusino”, en Frenillo, Zacatecas, aseguró a Notimex que dicha
comida es de alta demanda y algunos comensales la acompañan con unas cervezas
frías.

 

En esa cantina, hay quienes exigen en su plato se les
sirva la cabeza del roedor, la cual comen y “nomás los dientitos” dejan;
incluso afirman que el caldo es bueno para curar las crudas que ocasionan las
borracheras.

 

 

A diferencia de la rata de ciudad, una plaga que sólo en
la capital del país representa 10 roedores por cada habitante, de acuerdo con
Alejandro Velasco Said en su libro Ratas y ratones de la Ciudad de México, el
roedor de campo es saludable.

 

El científico egresado de la Universidad Autónoma de
Zacatecas, Manuel de Jesús Macías, explicó a Notimex que mientras la rata de
ciudad vive en alcantarillas, se alimenta de desperdicios y transmite
enfermedades, la de campo es limpia, consume semillas y plantas y sí tiene
propiedades nutrimentales.

 

Sin embargo, precisamente en Zacatecas, expertos
concuerdan en que la demanda del animal, el urbanismo, así como otras causas
como el cambio climático pueden provocar que la especie se encuentre en peligro
de extinción.

El primer Festival de Rata comenzó en Zacatecas y ya es una tradición desde 2017. Imagen: Grupo Imagen

 

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