spot_img
InicioViral¿Por qué nos cuesta tanto cumplir los propósitos de Año Nuevo?

¿Por qué nos cuesta tanto cumplir los propósitos de Año Nuevo?

MADRID.

 

Como siempre por estas
fechas hacemos balance del año transcurrido y de nuestra situación personal. Lo
que más suele preocuparnos son nuestro estado físico -que, tras los excesos
navideños, se suele resentir aún más- y emocional.

 

Con el inicio del nuevo
año, movidos por el espíritu renovador de estas fechas, nos marcamos una serie
de objetivos personales que nos proponemos cumplir en pocos meses. Pero ¿qué
sucede después?, ¿dónde quedan esas buenas intenciones?, ¿por qué nos cuesta
tanto conseguir los propósitos marcados?

 

El equipo de expertos de
mediQuo -una app de chat médico 24 horas, los 7 días de la semana– ha analizado
cuales son los objetivos de Año Nuevo más habituales y nos explican donde
residen las dificultades de cada uno de ellos y nos ofrece prácticos consejos
para conseguirlos:

 

 

 

REDUCIR EL CONSUMO DE
AZÚCARES Y GRASAS

 

Los alimentos procesados
son los que contienen más altos niveles de grasas y azúcares, pero están
elaborados para ser sabrosos, apetecibles y fáciles de comer. Por ese motivo,
suelen ocupar un lugar preminente en nuestra dieta habitual. Sin embargo, un
consumo excesivo de estos nutrientes está relacionado con la aparición de
complicaciones como el sobrepeso, la diabetes o la hipertensión.

 

Tomando en consideración
a este hecho, podemos intensificar nuestra fuerza de voluntad y seguir una
serie de consejos para minimizar el consumo de azúcares y grasas en nuestra
dieta.

 

 

Por ello, Sonia Cibrián,
especialista en Nutrición de mediQuo, afirma que hay que “escoger alimentos con
bajo nivel de lípidos y emplear trucos como eliminar toda la grasa visible de
las carnes antes de cocinarlos, preparar los estofados con antelación y retirar
la capa de grasa superior que aparece al enfriarse con una cuchara o espátula o
emplear formas de cocción que no requieran aceite (plancha, grill, horno,
papillote…), para conservar el sabor de los alimentos, pero sin grasas
innecesarias”.

 

Respecto a los azúcares,
Cibrián, hace especial hincapié en eliminar de nuestras despensas aquellos
alimentos ricos en calorías y sustituirlos por refrigerios más saludables.
Asimismo, recomienda “tomar de 2 a 3 piezas de fruta al día, evitando aquellas
con abundante contenido en azúcar (plátano, uva, higos, chirimoyas…) o utilizar
endulzantes alternativos como la miel o la canela, que además tiene propiedades
antioxidantes, antibacterianas, antiinflamatorias y laxantes”.

 

 

 

PRACTICAR EJERCICIO
REGULARMENTE

 

Muchas personas no se
ejercitan de forma habitual, solo se plantean hacerlo cuando los kilos de más
van subiendo en la báscula. El problema es que la motivación de los seres
humanos funciona mediante la recompensa inmediata y los beneficios de la
práctica de ejercicio no se aprecian rápidamente. Por eso es importante pensar
que el objetivo no es la pérdida de peso sino incorporar el ejercicio físico
dentro de nuestra rutina vital y mantener saludable nuestro cuerpo.

 

 

Según el entrenador
personal, David Peinado, es aconsejable iniciar los “entrenamientos suavemente,
con un periodo de adaptación de 30-45 días, a lo largo de los cuales se vaya
aumentando progresivamente la intensidad de los ejercicios. Lo más importante
es que cada persona y cada familia tomen conciencia de que es necesario
practicar entre 45 minutos y 1 hora diarias de actividad física y se organicen
para lograrlo”.

 

 

 

ABANDONAR EL TABACO

 

Los cigarrillos contienen
nicotina y otros componentes químicos que crean adicción en el organismo
humano. Sin embargo, la dependencia química no dura más de una semana, es la
psicológica la que causa mayores dificultades a los fumadores: ansiedad, aumento
de apetito, irritabilidad, insomnio…, son algunos de los efectos del síndrome
de abstinencia.

 

 

Para los especialistas
médicos de mediQuo, es fundamental ser conscientes de los importantes
beneficios de abandonar el tabaco (disminución de la presión arterial y del
ritmo cardíaco, reducción del riesgo de padecer cáncer de pulmón, lengua o
garganta…) y llevar a cabo una estrategia que incluya “cambiar nuestro estilo
de vida para evitar las situaciones que nos inducen a fumar, crear una lista de
razones para abandonar este vicio, reducir paulatinamente el número de
cigarrillos diarios, hacer deporte para reducir la ansiedad, recabar el apoyo
de familiares, calcular el ahorro económico que supone y planificar darnos un
capricho con ese dinero”.

 

 

 

REBAJAR EL NIVEL DE
ESTRÉS

 

El estilo de vida actual
nos mantiene permanentemente activos y estresados, si no somos capaces de
gestionar esta situación, podemos acabar psicológicamente afectados y padecer
enfermedades causadas de forma directa por el estrés (depresión, riesgo de
infarto, hipertensión, contracturas, bruxismo…).

 

No obstante, frenar y
cambiar nuestro estilo de vida no es algo sencillo, porque en muchas ocasiones
no nos damos cuenta de cuál es el problema real. Así que, en primer lugar, es
necesario detectar la acción perjudicial del estrés y tomar la determinación de
modificar nuestros hábitos.

 

“Seguir una dieta
equilibrada y hacer deporte de forma habitual, evitar la cafeína, el alcohol,
el tabaco y otros tóxicos, realizar técnicas de relajación como el yoga, dormir
un número suficiente de horas, tratar de ser optimista y afrontar las
situaciones con humor y buscar momentos para la serenidad y el disfrute
personal”, son algunos de los consejos que señala Judit Calpe, doctora del
mismo equipo.

 

 

DESCONECTAR DEL MÓVIL Y
RECONECTAR CON LAS PERSONAS

 

Los dispositivos móviles
son una gran tentación, una ventana permanentemente abierta que nos da la
posibilidad de relacionarnos de forma inmediata con infinidad de personas.
Tenemos la sensación de que estamos más conectados que antes con las personas e
incluso con aquellos que no pertenecen a nuestro círculo más cercano. Sin
embargo, eso no es del todo cierto, ya que, aunque interaccionemos diariamente
mediante la Red, nos olvidamos de disfrutar aquellos momentos en los que
estamos presentes. Eso sucede, incluso, con las mismas personas con las que
solemos interactuar digitalmente. En consecuencia, nuestras relaciones
face2face, acaban deteriorándose.

 

 

En palabras de Paula
Rueda, psicóloga, “tenemos tiempo para todo y hay que aprovechar esos momentos
con la familia y amigos aportando nuestro 100%, disfrutaremos más y
conectaremos mejor con ellos. El móvil está siempre disponible, pero, en
cambio, estos encuentros entre seres queridos no siempre son posibles por
disponibilidad, distancia, trabajo… por lo tanto desconectar para conectar es
un buen comienzo para disfrutar de ellos y que ellos disfruten de nosotros”.

 

 

 

dre

RELATED ARTICLES

Most Popular