Por
Rodrigo Sotelo / Twitter: @masmedio
Hoy corresponde reconocer el valor y la honestidad que
tuvo la alcaldesa Célida López Cárdenas para admitir que su gobierno le ha
fallado a los hermosillenses.
Puede señalársele que el gesto llega un poco tarde y que
se lo obliga la presión social y mediática, pero no deja de ser significativo
que la autoridad responsable finalmente muestre algo de sensatez y
sensibilidad.
Aquí, y nos lo ha hecho saber directamente, le hemos
incomodado con insistentes críticas a la inoperancia y torpeza con que se
conducen la mayoría de sus funcionarios.
El sentimiento de la presidenta Célida López solo es el
reflejo de la naturaleza misma del gobernante; lo de este medio de comunicación,
simplemente forma parte de nuestro adquirido compromiso periodístico.
Lo dijimos y lo sostenemos, la alcaldesa de Hermosillo es
la responsable de lo que ocurre, o no se prevé, durante su gobierno.
La responsable de nombrar colaboradores eficientes; la
responsable de ponerse al frente cuando surge una emergencia. Y la responsable
de garantizar que no quede impune cualquier negligencia.
La Célida responsable que ahora vemos y que abandona cálculos
y correcciones políticas para dejar constancia de una inusual aceptación de
culpa que marcará su administración.
Se refiere a la tragedia de la persona que se cayó en un
socavón y que a esta hora no aparece:
“He girado
instrucciones para que se inicie la investigación n y poder determinar dónde
están las omisiones, quiénes son los responsables directos de esta negligencia
y poder actuar en consecuencia.
“Soy una persona
que se compromete siempre a reconocer cualquier situación por compleja que sea
y hoy tenemos que reconocer que les hemos fallado y que tenemos un compromiso
moral con la familia de regresarles su cuerpo”.
Que esta demostración de empatía trascienda al
escarmiento, a la reparación del año –en lo posible- y sirva de experiencia
para que, como ella misma lo dice, estos terribles accidentes “no vuelvan a pasar nunca más”.
Pero que no se mal entienda la consideración a lo
expresado y se asuma como licencia para fallar o la legitimación de un patrón
recurrente que sirva para reclamar alabanzas.
Que a Célida López se le reconozca lo que acepta en video,
no exime ni aminora la dimensión de la tragedia ocasionada.
Ahora sigue que la Alcaldesa de seguimiento puntual a su
compromiso de castigar a los responsables, partiendo de no pocos despidos que
deberá anunciar a la brevedad.
La Alcaldesa ahora está obligada a honrar su palabra encabezando
las denuncias que habrán de surgir contra los servidores públicos municipales
que, por indolentes, contribuyeron a la muerte de una persona.
Si la presidenta Célida López se muestra siempre así de enérgica
y comprometida, pero con mayor presteza, entonces sí disminuirían las
posibilidades de que se repitan estas desgracias, su gobierno mejoraría en
eficiencia y evitaría ciertos abusos.
Y se ahorraría muchos problemas.
Gracias y hasta la
próxima con el favor de Dios.
Rodrigo
Sotelo Mendívil
Director
General Masmedio
Correo:
rodrigosotelo@masmedio.com
Twitter:
@masmedio


