Por Rodrigo Sotelo / Twitter: @SoteloRodrigo
Cada vez es más insistente lo que en un inicio se tomó como una imprudente ocurrencia: Alejandro López Caballero busca ser, otra vez, candidato a la alcaldía de Hermosillo en 2027.
En un primer saque sonó irrisorio, como un desafío para quienes mandan partiendo de que lo destapaba el exgobernador Guillermo Padrés.
Pero en un segundo saque, también sigue sonando igual, aunque López Caballero no tiene un pelo de tonto y encuentra una oportunidad para avanzar y legitimar sus aspiraciones.
Muy simple, es el único en la oposición a Morena Gobierno que ha levantado la mano y hasta paga publicidad en redes, organiza eventos, visita colonias, se reúne con liderazgos panistas.
Porque, viéndola con la misma ligereza: Si no es Alejandro, ¿quién sería el candidato(a) del Prian a la presidencia municipal de Hermosillo?
¿Ya lo pensaron? Y partamos de que el alcalde Antonio Astiazarán ya no se puede reelegir y que cualquiera que se ocurra no le llegará ni a los tobillos en capacidad, popularidad, proyección, habilidad política y aprobación de gobierno.
¿El Borrego Gándara? ¿Chito Díaz? ¿Pascual Soto? ¿Alfonso Elías? ¿Güero Nieves? ¿Agustín Rodríguez?
Alejandro López Caballero pude ser muy ordinario, pero tiene olfato para detectar y aprovechar vacíos que se convierten en negocios.
Su gran problema es de lo que está impregnado, que lo haya destapado Memo Padrés y que sea este impresentable grupo quien le opere el intento de madruguete.
Y, desde luego, la osadía de olvidar que en la oposición solo el Toño Astiazarán tiene la autoridad y el ganado derecho a marcar pauta y elegir a quienes lo acompañan.
Porque no es lo mismo ser el candidato del alcalde mejor evaluado, que el candidato del exgobernador con el “histórico e inédito” logro de ser sinónimo de corrupción.
Ahora, no se exagera cuando dicen que López Caballero sería el candidato ideal para Morena en Hermosillo.
La desvergüenza no los deja ver que Morena se carcajea y hace votos porque ALC sea el candidato de la oposición en la capital del estado.
Alejandro es un buen tipo, pero las amistades que en su momento le garantizaban la alcaldía, hoy le aseguran quedar marginado de la candidatura.
Es cuestión de tiempos, circunstancias y antecedentes penales.
Se entiende que la apuesta será ubicar opciones más decorosas o menos contaminadas, que ayuden a contrastar, no que evoquen un pasado infausto que abrió la puerta a quienes hoy gobiernan casi todo.
Y que por más que se puedan haber equivocado, los que hoy gobiernan están lejos de representar los excesos, la ilegalidad y la inmoralidad de los padrecistas.
Pueden estar todavía en tiempo de poner orden, pero la tolerancia a la fauna padrecistas podría explicar el nuevo fracaso de la oposición en Sonora.
Porque si social y judicialmente están fichados, ¿cómo es que partidistamente permitieron que, de esconderse y pasar años en tribunales, pasaran a opinar y cuestionar gobiernos… y ahora quieran volver a ser candidatos?
¿Cuándo retrocedimos al viejo Sonora de 2009?
Gracias y hasta la próxima con el favor de Dios.
Rodrigo Sotelo Mendívil
Director General Masmedio
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Correo: rodrigosotelo@masmedio.com / rodrigosotelo69@hotmail.com
