Por
Rodrigo Sotelo / Twitter: @masmedio
Bien dicen que la política es de circunstancias, y la que
se vive es propicia para el protagonismo y la agudeza del priista Ernesto de
Lucas Hopkins.
De El Pato recientemente escribimos que se había sacrificado,
que al parecer había abandonado su interés por encabezar la candidatura de la
Alianza por la presidencia municipal de Hermosillo.
Pero parece que despertó, reapareció la aspiración de
Ernesto de Lucas guardada en momentos de la negociación entre los partidos aliancistas
que oficializaron ya a Ernesto Gándara como su candidato a gobernador.
Ese es un trámite concluido, ahora sigue la definición de
quienes acompañarán al Borrego como el
complemento opositor al establecimiento de Morena.
De Lucas es uno de los pocos, de los poquísimos, que
entiende la trascendencia del momento que se vive y la obligatoriedad de rodear
a Ernesto Gándara con los mejores candidatos, con los más reconocidos, los más
capaces, los más rentables.
Y no importa si se trata de caras nuevas o “los mismos de siempre”… este es un falso
dilema que distrae de lo importante: ¿Qué representan y qué pueden aportar los
que aspiran a gobernar o a legislar?
El dirigente y líder negociador de la Alianza demostró
este discernimiento en la entrevista que concedió esta mañana al colega Luis Alberto
Medina, de Proyecto Puente.
A la pregunta directa, respondió que sí buscará la
alcaldía de Hermosillo “si así lo dicen
las encuestas”.
Ernesto de Lucas sabe perfectamente que no hay otro
aliancista con mejor posicionamiento que él y conoce perfectamente sus distintivas
fortalezas: además de ser el más competitivo, es el más preparado y con mayor
experiencia.
En la entrevista demostró la estatura. Se mostró como el
único que genera, que cuestiona y con argumentos. Dejó claro que ya no es el
operador detrás de la Alianza que en su momento necesitaron (sin
reconocimiento), para ser actor, volver a ser protagonista.
También reconoció errores, como la retirada de David
Figueroa quien legítimamente buscó los espacios de participación que le negaron
los panistas y priistas.
Nadie duda que lo de David Figueroa fue una falla de
quienes se reparten posiciones como si se tratara de cacahuates.
Es la miopía a la que se refiere Ernesto El Pato de Lucas cuando habla de las
visiones de militancia partidistas, sin madurez y sin responsabilidad.
Lo de Ernesto de Lucas debe ser visto como una llamada de
atención, como contundente manifestación de intención que debe estar atendida
por todos los involucrados en la Alianza, tanto en el PRI como en el PAN.
Pero también debe ser visto como una aportación generosa,
pertinente; como una advertencia de lo que les ocurrirá de encapricharse con
quien no reúna estos requisitos indispensables y condicionantes.
¿A
qué huele Alfonso Durazo?
Dice el ex secretario de Seguridad Pública en el Gobierno
de México, que va a recibir un estado oliendo a pólvora.
La premisa es que ganará la gubernatura del estado y la
ocurrencia es que se atreve a emplear, ¡a criticar! la criminalidad que
permanece y se acentúa en varios municipios del estado, como Cajeme, Guaymas y Caborca.
Ya es mucho lo que se ha dicho de este candidato de Morena
y su infausto paso por la Secretaría responsabilizada en pacificar el País. Perdió el pudor. Y eso de ir insultando la inteligencia de los sonorenses, ya es
insoportable.
Pero bueno, si Alfonso Durazo dice que Sonora huele a pólvora
¿a qué huele el cinismo? ¿Qué aroma tiene el fracaso? ¿Qué sabor tiene la
degradación?
¿O tendría Covid durante todo su paso por Seguridad
Pública y por eso el desbordado entusiasmo ante la recuperación del olfato?
Gracias y hasta la próxima con el favor de Dios.
Rodrigo
Sotelo Mendívil
Director
General Masmedio
Twitter:
@masmedio
Correo: rodrigosotelo@masmedio.com / rodrigosotelo69@hotmail.com