Sin embargo, en un país como México, en el que actualmente
existen 6.4 millones de adultos diagnosticados, 80% de los cuales tienen diabetes
tipo dos o diabetes mellitus, de acuerdo a datos proporcionados
en entrevista para Salud180, por la doctora Zoraida Axtle,
especialista del Centro de Salud del Hombre y la Mujer.
No es difícil de creer, que algunos malestares que creíamos
comunes tienen un trasfondo más serio.
¿De qué depende la edad en que diagnóstica?
Para empezar, hay que comprender que se trata de una
enfermedad multifactorial: depende de la carga genética, los hábitos que se
tengan (poca actividad física, dieta alta en caloría, grasa trans), si
sufre de hipertensión, descontrol en los niveles de colesterol”, describe
Zoraida.
Y aunque no lo creas, la suma de todos estos factores
determina la edad en que se diagnostica la enfermedad (por lo que se suele
detectar a los 30 años, y últimamente a edades más tempranas).
Síntomas de diabetes en mujeres
Aunque la diabetes suele ser una afección asintomática, existen
algunas señales que pueden ayudarte a detectarla:
Hambre constante (sin aumento de peso, todo lo contrario hay
pérdida)
Agotamiento extremo
Visión borrosa
Más sed de lo normal o necesidad de orinar
Heridas que se tardan en sanar
Piel seca que produce picor (comezón)
Pérdida de sensibilidad
Sensación de hormigueo en los pies
Infecciones repentinas (intimas y de orina)
A partir de los 30 años nuestro metabolismo cambia;
disminuye, esto ocasiona que seamos más vulnerables al riesgo de desarrollar
diabetes”.
Complicaciones de la diabetes
Si está no se controla podemos sufrir problemas graves de
salud como los mencionados por la American Congress of Obstetricians and
Gynecologists.
Fallo renal.
Problemas en la vista que pueden causar ceguera.
Daño en los nervios y vasos sanguíneos en los pies lo que
puede causar dolor, adormecimiento e infecciones.
Niveles elevado de colesterol que pueden causar derrame
cerebral o enfermedades del corazón.
Infecciones en vejiga, riñones y piel.
Problemas de tiroides.
Además de acudir con el médico, y respetar al pie de la letra
el tratamiento, es importante que mantengas una dieta balanceada y, sobre todo
baja en grasas. Además, debes mantener una vida activa, es decir realizar
mínimo 30 minutos de ejercicio diario.