Por Rodrigo Sotelo
En concordancia con el discurso ciudadanizado del alcalde Alejandro López Caballero, empieza a verse en Hermosillo el producto de la correcta elección de funcionarios y el cumplimiento a la oferta de encabezar un gobierno honesto y de resultados.
Durante las últimas semanas de la anterior administración, a la que nos atrevimos a llamar «la herencia trastornadora», aquí cuestionamos la indiferencia con la que Javier Gándara Magaña desatendió su responsabilidad como autoridad municipal.
Casos específicos: la pésima pavimentación y el nulo bacheo luego de la temporada de lluvias.
Para desgracia de todos (Alcalde saliente, Presidente Electo y hermosillenses), las precipitaciones se presentaron al final de la gestión gandarista, cuando no existía voluntad ni recursos para atender la contingencia.
Por ello, atestiguamos cómo las distintas dependencias municipales ignoraron todo tipo de reportes ciudadanos, principalmente por baches, colapsos y pavimento nuevo destrozado. Ya el colmo del cinismo lo representó el inaugurar obras inconclusas (prolongación Solidaridad).
Con este grotesco escenario se encontró el coordinador de Infraestructura, Desarrollo Urbano y Ecología (Cidue), Marcos Noriega Muñoz, quien relevó el pasado 16 de septiembre al ingeniero Mario Méndez Dessens.
Marcos se sacó la rifa del tigre. Cidue es una de las dependencias municipales que mayores dolores de cabeza le significan a un Alcalde, y que con el agregado de las condiciones de las vialidades de la ciudad, la convierten en el foco de atención del ciudadano común.
Seguridad Pública no tendrá mayor variación en el ánimo de los hermosillenses por el descrédito histórico que existe, y Agua de Hermosillo dejará de dar tantos problemas con la llegada del agua; así que vislumbramos una cada vez más enérgica crítica-demanda ante las pésimas condiciones de las calles.
Los indicios o señales para sospechar que así será el comportamiento social, son evidentes: hay 3 millones de metros cuadrados de pavimento nuevo que no sirve y otro tanto con más de 30 años de antigüedad.
Es por ese motivo que, sin temor a equivocarnos, consideramos que Cidue será el área clave para el gobierno de Alejandro López Caballero.
Para fortuna de todos, parece que así es entendido en el equipo del Cano y de inmediato Marcos Noriega ideó y trabaja en el Plan Estratégico de Recuperación de Vialidades.
Se trata de cuadrillas de trabajo manual, bacheo mecánico y empresas contratadas por el Ayuntamiento de Hermosillo que trabajan en doble turno, con el objetivo de rehabilitar 56 mil metros cuadrados de baches a un ritmo de dos mil 500 metros cuadrados por día.
El Plan de Marcos Noriega no es un invento gubernamental para atender lo mediático. En lo personal tenemos que darle validez con la reconstrucción que ahora vemos del bulevar Zamora.
En esta importante entrada al fraccionamiento Pueblitos se taparon los baches, arreglaron camellones y hasta se inició con el trabajo de remoción –cuando menos- del pavimento recién colocado y que destrozó la lluvia.
Es un botón de muestra que sabemos es la constante en todas las demás zonas de la capital que igual fueron heredadas en completo abandono.
Lo más extraordinario: se hace sin haber encontrado ni las palas para echar el asfalto en los 56 mil metros cuadrados de hoyos. Para no decir que sin dinero, como encontraron las arcas municipales.
Sin duda esto es producto del compromiso que en los hechos refleja Alejandro desde el inicio y de que Marcos es un tipo sumamente práctico, apolítico y por demás exitoso en lo administrativo.
Estas características de Marcos Noriega que parecen definir a una gran mayoría del gabinete actual, son las que nos hacen pensar que sí hay esperanza de vivir una etapa en donde las decisiones de gobierno sean pensando en el hermosillense y no en el negocio de unos cuantos.
Gracias y hasta la próxima con el favor de Dios
Correo: rodrigosotelo69@hotmail.com
Twitter: @masmedio
