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La reelección del Maloro

Por
Rodrigo Sotelo /
Twitter: @masmedio

Todavía no entendemos esa extraña necesidad política de
gobernar Hermosillo, y menos aún que quien haya vivido ese eterno agobio que termina
en suplicio, pida más y considere reelegirse.

El alcalde Manuel Ignacio Acosta Gutiérrez, lo define
como la vocación de quien decide morir en la política.

Tal vez nuestro presidente municipal tenga razón.

Para soportar el desgaste –físico, mental y moral- que
produce administrar una ciudad con tantos problemas, se requiere una entrega
voluntaria casi en sacrificio.

Maloro
está declarando, ahora, que requiere más tiempo y dinero para atender la
problemática ciudadana, sin que la opción de repetir en el cargo, asegura, le
signifique una obsesión.

Hasta hace unos días, en el PRI se movían por la
candidatura el diputado Ulises Cristópulos Ríos y el secretario Ernesto de
Lucas Hopkins. 

No sabemos qué pasó. Queremos descubrir qué motiva o qué se
busca socializando esta novedosa posibilidad.    

A finales de abril, Maloro
establecía que no eran tiempos de elecciones y que había sido electo por un
periodo, con la responsabilidad de trabajar intensamente hasta el final de su
gestión.

Yo estoy ocupado
en ser Presidente Municipal, ahorita no es tiempo de elecciones. Creo yo que lo
más importante es seguir enfrentando y resolviendo cada uno de los retos que
tenemos; hay muchos retos, y evidentemente se acumularon los problemas por
falta de toma de decisiones
”.

Sensato, el alcalde Maloro
Acosta se descartaba con claridad y contundencia para establecer como
prioridad el innegable trabajo de reconstrucción que ha venido haciendo en
seguridad, vialidades, espacios públicos.

Hermosillo es un municipio que demanda un compromiso absoluto
que, frente al inmolante desafío
diario, reduce a disparate –si quiera- la distracción de considerar reelegirse.

¿Es cierta la aspiración? ¿Es una sugerencia de alguien
son ese poder y libertad? ¿Representa una ocurrencia? ¿Se quiere confundir? ¿El
alcalde se está divirtiendo? ¿Es broma?

Sinceramente no imaginamos a Maloro Acosta censando socavones y entregando volantes, como
precandidato, con la promesa de taparlos.

Aquí, hasta una lluvia medianamente copiosa nos evoca
incompetencia, negligencia y corrupción –presente o pasada- y se traduce en una
invitación de desahogo ciudadano.

¿Cómo le hace un Presidente Municipal para levantarse con
la ciudad destrozada, y tomarse tiempo para pulirse y promocionarse como
producto electoral?

Es cierto que para gobernar Hermosillo o cualquier otro
municipio, tres años no son suficientes…  pero sí pueden serlo para el desprestigio y,
precisamente, la muerte política.
¿Qué necesidad?

Eso de gobernar Hermosillo y querer más, nos recuerda a los “ciudadanos
que integran comités o comisiones, por las que –en ocasiones siendo
honoríficas- renuncian a empresas, manchan trayectorias o abandonan la
academia.  

¿Cuál es el encanto? ¿Por qué tanta la fascinación?

Gracias y hasta la próxima con el favor de Dios.

Rodrigo
Sotelo Mendívil

Director
General Masmedio

Correo: rodrigosotelo@masmedio.com                                                                                

Twitter: @masmedio

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