Sus amigos dicen que durante semanas hubo grandes señales
de advertencia, que algo iba mal, incluso antes de lanzar su canción “Sober”
donde confiesa haber vuelto a consumir alcohol.
Aseguran que era evidente que las drogas estaban
involucradas. Otra señal fue cuando a principios de mes sostuvo una pelea con
su “entrenador de sobriedad” a quien acusó de traición.
No obstante, también hay quien dice no haber imaginado lo
que ocurría ya que recién la visitaron y ella parecía grandiosa.
Por otra parte, la policía no encontró drogas en casa de
Demi y ella se negó a decirle a médicos qué sustancia consumió aún así le
administraron Narcan para contrarrestar la sobredosis de opioides.