Michael Jackson estaba obsesionado con Whitney Houston y la deseó «hasta su muerte», según difundió un artículo del tabloide británico The Sun.
Incluso trascendió que habrían tenido un romance secreto, a pesar de que la diva solía salir con su hermano Jermaine.
El diario reveló la polémica historia, que llega después de la muerte de ambos artistas.
Jackson falleció en 2009 por una fallida atención médica, mientras que Houston encontró un trágico final al ahogarse en su bañera el año pasado.
Según explica el artículo, solían verse furtivamente en la mansión de Neverland, en completo secreto. Pero el Rey del Pop no pudo evitar enamorarse de ella, así que Whitney decidió ponerle fin a la aventura.
Su escolta avala la versión
El guardaespaldas de Jacko, Matt Fiddes, que está en pleno litigio legal por sostener que es el padre biológico de uno de los hijos del músico («Todo el mundo me dice que es mi viva imagen»), confirmó el rumor.
«Quería tanto a Michael, pero ha llegado el momento de destapar todo lo que me ha horrorizado durante todos estos años. También estoy seguro de que esto terminará con todos esos mitos que dicen él era un pederasta», contó Matt Fiddes.
Jacko quería boda
El romance comenzó, según detalló, seis años después de que Houston terminara su relación formal con Jermaine Jackson, hermano del cantante. Ellos se conocieron en 1991, cuando ya eran dos estrellas indiscutidas de la música.
«Michael nunca pudo olvidarse de Whitney. Se conectaron al instante de conocerse como almas gemelas, porque entendían perfectamente la fama masiva de ambos», afirmó y agregó que sabía que el artista «quería casarse con ella».
El hombre aseguró que volvieron a salir juntos cuando Houston se separó de Bobby Brown y que le había rogado que dejara las drogas porque si no «iba a matarse».
Fiddes también confió que Jackson era «impotente», un simpatizante del nazismo que necesitaba ayuda siquiátrica, un desesperado por llamar la atención, totalmente obsesionado con su calvicie, anoréxico y plagado de marcas de aguja que él llamaba «picaduras de araña».
