Tal vez suene a cliché, pero es verdad, todos nos hemos encariñado fuertemente con un objeto, sobre todo de niños y mucho más hablando de juguetes. Como le pasó a un infante de Omaha, Estados Unidos, quien tenía un apego muy especial por un peluche en forma de chango de color azul al que llama Ah- Ah. Durante varios años permanecieron juntos e inseparables, hasta que el pequeño mono se perdió en unas vacaciones a Colorado. El niño estaba devastado.
Tres años después, luego de estar navegando por la página de compra y venta Ebay, la madre del infante tecleó «blue monkey» y se encontró con la sorpresa de que había un peluche en venta muy similar al Ah-Ah de su hijo. Lo compró. Cuando el paquete, desde Florida, llegó, la madre se dio cuenta que se trataba exactamente del mismo chango azul.
No pudo esperar más y le dio a su hijo la sorpresa. Su reacción fue esta:
El video publicado en YouTube y compartido por Yahoo, muestra la carismática y emotiva respuesta del niño ante la aparición de su viejo amigo. Dicha reacción ha recibido más de un millón de visitas.
¿Qué es lo perdiste de niño y ahora te gustaría recuperar? A continuación una lista con los objetos que más extrañamos de nuestro pasado.
1. Mascota. Un pez, un perro, un gato, una tortuga…, la mascota que hayas tenido de niño siempre será irremplazable porque pasó a tu lado momentos que nunca volverán. Cuando ese amigo pasa a «mejor vida» o simplemente sale de la nuestra por cualquier razón, puede ser devastador. Todos quisiéramos seguir al lado de aquél que nos dio su vida cuando jóvenes, ¿no crees?
2. View Master. Tienes que llevarlo a tus ojos para que te cuente una historia. ¿Cuántos no tuvimos uno? ¿Perdiste los cartuchos de imágenes? ¿No te encantaría tenerlo de vuelta y recordar cuáles eran esas películas que veías? A nosotros sí.
3. Avalancha. ¡Vamos a volar con la imaginación! Tenía volante, asiento, freno y ruedas; lo necesario para pasar horas en acción. ¡¿Dónde quedaron?!
4. Triciclo-bicicleta. Tal vez hasta la fecha tengamos una bicicleta y el amor por ella haya crecido tanto desde niños, que se volvió nuestro medio de transporte, pero la verdad es que con muy pocos pasó. Algunos, ya de adultos, han retomado la actividad, pero nunca será lo mismo… Extrañamos ese triciclo con el que aprendimos a pedalear y esa bicicleta con la que saltábamos rampas cuando éramos adolescentes, ¡¿por qué las dejamos oxidar?!
5. Muñeco bebé. Uno de los regalos favoritos de los padres para las niñas, un bebé que parezca casi de verdad. Para algunas fue un placer dejarlos atrás, pero tal vez para otras fue un sufrimiento porque sabías que al dejarla renunciabas a algo. A veces quisiéramos tener de nuevo ese juguete en los brazos y olvidarnos de las responsabilidades y los bebés de verdad, ¿no crees?
¿Recuerdas también los biberones mágicos? El complemento ideal.
6. Barbie. Las muñecas de ahora no se parecen mucho a aquellas con las que jugabas de niña, ahora son modernas, rockeras, monstros y hasta de colores; cuando antes no era más que Barbie o sus similares como Teresa o Bárbara. Seguro en tu poder no tienes ya ninguna de estas muñecas, lo que extrañamos de ellas es que nos ayudaban a poner a trabajar la imaginación al inventar historias de vida completas alrededor de ellas. La pregunta es, ¿crees que a estas alturas logres jugar con una Barbie? Ese sería el reto.
7. Consola de videojuego. Aunque a la fecha exista, no se pierde la nostalgia de cuando los videojuegos no se parecían a lo que son ahora y con pocos trucos y con animaciones no tan modernas, éramos felices. Aunque si lo recuperas ahora, seguro te llamarán «hipster»; ¿estás dispuesto a pagar ese precio?
8. Autopistas. Todo era emocionante, desde armarla hasta colocar los coches encima y prepararse para hacerlo avanzar más rápido que el de tu rival. ¿A poco no lo extrañas?
9. Peluche. Así como Ah-Ah, seguramente tuvimos alguno que era especial para nosotros, ¿lo recuerdas? Tal vez hoy no luzca tan tierno, pero vaya que nos acompañó mucho tiempo.
10. Amigo. No es que se haya salido de tu bolsa, pero sí creció junto contigo y la vida los separó, ¿no te gustaría reencontrarte con ese amigo que tuviste de niño y recordar todas las travesuras que hacían juntos? A nosotros sí, pero hemos resuelto que eso, una amistad, se puede recuperar. ¡Gracias Facebook!
