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El papa Francisco dijo el miércoles que estaba horrorizado por el aparente ataque con armas químicas en Siria, calificándolo como una «masacre inaceptable» de civiles inocentes.
Países occidentales, incluyendo Estados Unidos, culparon a las tropas del gobierno sirio del ataque, en el que murieron asfixiadas decenas de personas en el poblado de Khan Sheikhoun, que se ubica en un área controlada por los rebeldes y bombardeada por las fuerzas oficiales en el norte del país.
El Ejército negó las acusaciones.
Somos testigos horrorizados por los recientes acontecimientos en Siria», dijo a decenas de miles de personas reunidas en la Plaza San Pedro para su audiencia general semanal.
Expresando su «firme condena por la inaceptable masacre ocurrida ayer en la provincia de Idlib», el líder de los católicos dijo que estaba rezando por «las personas indefensas, entre ellas tantos niños».
Francisco apeló a «la conciencia de los que tienen la responsabilidad política, a nivel local e internacional, para que cese esta tragedia».
Rusia dijo el miércoles que la contaminación en el área se debía a filtraciones de gas de un depósito de armas químicas de los rebeldes que fue blanco de ataques aéreos del gobierno.
Francisco también condenó el ataque del martes a un metro en la ciudad rusa de San Petersburgo, que causó 14 muertos y unos 50 heridos.
