Todo transcurría de forma normal, una carrera de camionetas “Monstruo” la familia, la comida, en fin, un día común y corriente.
Pero nadie imaginaba que la carrera al circuito de la camioneta “8”
daría un giro a la tarde de todos los asistentes. Al dar una curva el
conductor pierde el control y se precipita a la barra de contención,
donde una familia observaba todo.
Todos se pusieron a salvo, menos dos niñas que solamente atinaron a
cubrirse la cara y esperar el impacto, pero la suerte estaba de su lado,
milagrosamente la camioneta se engancho por su eje trasero y quedo a
escasos centímetros de las pequeñas.
No cabe duda, cuando no te toca, no te toca.