La industria de los refrescos enfrenta una disminución de las ventas en Estados Unidos, ya que algunos culpan a las bebidas azucaradas de la epidemia de obesidad en el país.
Las ventas de Coca-Cola «light» cayeron 3% en 2012 en comparación con el año anterior, y las de Coca-Cola un 1%, según Beverage Digest. Mientras tanto, Pepsi cayó 3.4% y Diet Pepsi, 6.2%.
«A pesar de las afirmaciones de Coca-Cola y otras empresas sobre la seguridad del aspartamo, todavía no conocemos sus efectos a largo plazo», dijo en un correo electrónico a la AFP.
«Hay una creciente reacción en contra – no sólo de los refrescos dietéticos – sino de todos los productos con edulcorantes artificiales y otros ingredientes artificiales».
Congro dijo que las últimas investigaciones indican que las personas que consumen edulcorantes artificiales para seguir una dieta en realidad pueden terminar queriendo consumir más calorías.
«Optar por edulcorantes artificiales probablemente provoca antojos de dulces y azúcar, que pueden contribuir a la obesidad y a los malos hábitos alimenticios», dijo.
«Es posible que el cerebro reaccione a los edulcorantes artificiales en las gaseosas dietéticas y otros productos mediante el envío de insulina, lo que puede hacer que la gente sienta hambre, especialmente de azúcar», agregó.
Según la Administración de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos (FDA), el aspartamo «puede ser utilizado con seguridad en los alimentos, siguiendo buenas prácticas de fabricación, como un agente edulcorante y potenciador del sabor».