El embajador de Estados Unidos en México, Anthony Wayne, reconoció el trabajo y esfuerzo de militares y policías que participan en las operaciones contra el narcotráfico y el crimen organizado, a los que calificó como héroes.
Admitió además que su país es corresponsable ante el problema de inseguridad por su consumo de drogas, el tráfico de armas y el flujo de dinero ilícito hacia territorio mexicano.
Al abordar el tema de la relación bilateral, el diplomático destacó que México y Estados Unidos «compartimos la responsabilidad de luchar contra la violencia generada por las drogas» y se debe aceptar que «ninguno de los dos puede resolver estos problemas por sí solo».
Wayne emitió un discurso al reunirse con periodistas con motivo del inicio de año.
«Como estadounidenses, debemos ser honestos sobre esa responsabilidad, y de las maneras en la que nuestro consumo de drogas y el flujo ilícito de dinero y armas<br />
hacia México contribuyen al enorme reto que ambos enfrentamos», expuso.
Por ello, señaló que en Estados Unidos se está trabajando para bajar la demanda de drogas a fin de reducir «los tremendos costos económicos y sociales del abuso de drogas» en ese país, así como detener el flujo ilícito de dinero y armas a lo largo de la frontera.
Destacó que también se están apoyando los esfuerzos del gobierno mexicano «para erradicar el flujo de potenciales reclutas para los cárteles al brindar a los jóvenes alternativas legales y constructivas en lugar de actividades que sólo devastan a las comunidades».
Wayne subrayó que «por supuesto, nadie está luchando más fuerte a favor de las comunidades mexicanas que el propio pueblo de México».
Felicitamos los esfuerzos de los héroes mexicanos que llevan a cabo las operaciones contra los cabecillas de los cárteles a pesar del gran riesgo implícito. Queremos apoyar su éxito», finalizó.
