Hombre le da un pastelazo a La Mona Lisa

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Un visitante del Louvre intentó romper el vidrio que protegía la pintura más famosa del mundo antes de untar su superficie con una tarta, en un aparente mensaje de protesta relacionado con el cambio climático. El hombre fue expulsado del museo y la obra resultó ilesa.

Los visitantes del museo parisino del Louvre presenciaron un inesperado ataque contra uno de los cuadros más icónicos del mundo.

Un hombre disfrazado de anciana saltó de una silla de ruedas antes de lanzar una torta contra la famosa obra de Leonardo Da Vinci, La Gioconda, también conocida como ‘La Mona Lisa’.

«Piensen en la Tierra, hay gente que está destruyendo el planeta», dijo en francés el sujeto, vestido con una peluca, según muestra un video en el que se ve que es sacado de la galería, lo que indicaría que se trató de una acción de protesta relacionada con el calentamiento global.

Sin embargo, el cuadro no sufrió daños debido a que el impacto no logró atravesar el cristal que lo protege.

La Mona Lisa vive un momento bochornoso este Domingo frente a miles de espectadores. Este es parte del pastelazo que recibió la Gioconda por parte de un hombre que se hizo pasar por minusválido y al momento de pasar frente al cuadro se levantó y atento contra la obra.

«Esto es una locura para mí Él luego procede a untar pastel en el vidrio y arroja rosas por todas partes antes de ser abordado por la seguridad», aseguró uno de los usuarios que presenció el hecho y difundió videos de lo ocurrido.

Otras imágenes publicadas en redes sociales mostraron a personal del lugar limpiando el panel y retirando la silla de ruedas en la que habría llegado el manifestante.

Según indicaron fuentes del Louvre a la agencia EFE, el museo ha interpuesto una demanda contra el atacante.

El cristal ha evitado ataques similares en el pasado

El lienzo de principios del siglo XVI es una de las obras más populares entre los visitantes y esta no es la primera vez que alguien intenta estropearlo.

Justamente, el vidrio que lo recubre fue instalado luego de que en 1957 sufriera un ligero daño cuando un ciudadano boliviano le lanzó una roca. «Tenía una piedra en el bolsillo y de pronto me vino a la cabeza la idea», aseguró entonces el agresor al diario francés Le Monde.

Le siguieron otras acciones similares. En 1974, fue prestado a Japón y una mujer intentó destrozarlo con spray rojo. Y en 2009, un hombre lanzó una taza contra el cuadro.