Las mujeres que han estado presas en Estados Unidos por tener abortos espontáneos antes de que se revirtiera Roe vs Wade

En abril pasado, Lizelle Herrera fue arrestada por tener un aborto en su casa en Texas. Unos meses antes, Brittney Poolaw fue condenada a cuatro años de prisión por "homicidio involuntario" después de perder su embarazo en Oklahoma.

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Chelsea Becker, quien tenía adicción a las drogas, estuvo en la cárcel en California por 16 meses tras sufrir una muerte fetal.

Y en 2015, Purvi Patel fue sentenciada a 20 años de cárcel en Indiana por «feticidio» tras buscar asistencia médica tras un aborto espontáneo…

No son las únicas.

Los estudios realizados por Dana Sussman y Grace Howard muestran que las mujeres pobres y, principalmente, las negras, se encuentran entre las de mayor representación entre las condenadas desde que fue despenalizado el aborto en EE.UU.

Aunque las noticias sobre casos de este tipo son frecuentes en países como El Salvador o Guatemala, es poco conocido que Estados Unidos es una de las naciones de la región donde más mujeres van a la cárcel por causas asociadas a sus embarazos.

Según datos del National Advocates of Pregnant Women (NAPW), una organización de defensa legal femenina, más de 1.700 mujeres han estado encarceladas o han sido detenidas y procesadas por algún «delito» asociado a su gestación desde 1973, cuando se legalizó el aborto en el país.

Marcha de las Mujeres en Washington - Wikipedia, la enciclopedia libre

«En Estados Unidos hay literalmente cientos de mujeres que han sido arrestadas y acusadas de crímenes contra sus fetos. No es algo que pase solo en Centroamérica», dice a BBC Mundo Grace Howard, experta en criminalización del embarazo de la Universidad Estatal de San José, en California.

Dana Sussman, directora en funciones de NAPW, dice a BBC Mundo que, de acuerdo a las estadísticas de su organización, si entre 1973 y el año 2000 se reportaron unos 400 casos de mujeres procesadas por estas causas, en menos de dos décadas esa cifra se ha triplicado.

«En los últimos 15 años se han reportado, según los datos más recientes que tenemos, unos 1.300 casos. Esto muestra que las posiciones hacia la criminalización del embarazo se han radicalizado notablemente en este lapso en Estados Unidos y de ahí nuestra preocupación de lo que pueda pasar a partir de ahora», asegura.

La semana pasada, la Corte Suprema anuló Roe vs. Wade, la trascendental decisión que legalizó el aborto hace casi 50 años y que sirvió de amparo para que muchas de las mujeres juzgadas por estos motivos fueran posteriormente liberadas.

A partir de ahora, la interrupción del embarazo dejará de ser vista como un derecho constitucional y dependerá de cada estado los límites que deseen imponer a las mujeres gestantes.

Manifestantes en contra del pabellón de mujeres de la cárcel Rikers en Nueva York.

«Si con Roe v. Wade vimos este número extraordinariamente alto de casos de mujeres incriminadas por sus embarazos, lo que esperamos es que esto se multiplique y que se aprueben leyes cada vez más restrictivas para criminalizar a las mujeres embarazadas», advierte Sussman.

Aunque muchos estados han asegurado, de momento, que solo penalizarán a médicos y clínicas que practiquen el aborto, expertos legales temen que esa medida será solo el comienzo.

El año pasado, la Asociación Nacional de Abogados de Defensa Criminal de EE.UU. publicó un reporte en el que señalaba que la prohibición del aborto en numerosos estados podría llevar a una «sobrecriminalización» y a «encarcelaciones masivas» en gran parte del país, no solo de mujeres, sino de cualquier persona que asista, aconseje u ofrezca una interrupción del embarazo.

Mapa estados Estados Unidos con leyes gatillo, de activación o desencadenantes para restringir el aborto.